El abogado del autor del femicidio en el country de Buenos Aires aseguró que ninguno de los presentes en la casa presenció el ataque, y que no se sabe cómo llegaron los cuchillos a la escena del crimen. El hecho ocurrió el fin de semana.
El abogado de Gustavo Fernando Farré, Gustavo Alvarez, aseguró que ninguno de los presentes en la casa del country Martindale presenció el ataque que terminó en la muerte de la esposa de Farré, Claudia Schaefer. De esta manera, contradijo a los abogados civiles de la víctima, que decían haber sido testigos del crimen.
«Nadie vio el momento del crimen,» dijo el abogado en declaraciones a C5N, al finalizar la inspección ocular en la casa del country donde Schaefer fue encontrada muerta.
El viernes pasado Schaefer fue a la casa de su ex pareja con dos abogados civiles para terminar de hacer la división de bienes. Había llevado incluso una valija para sacar la última ropa que le quedaba en el lugar. En un momento Farré la encerró en el vestidor y supuestamente la atacó a cuchillazos.
La fiscal, Carballido Calatayud, decidió realizar el procedimiento de hoy tras escuchar a los abogados civiles de la víctima, que dijeron ser testigos del crimen. Según ellos, al momento del asesinato estaban en el jardín y pudieron ver el ataque desde una ventana.
Por otro lado, el abogado de Farré dijo que no se sabe de qué manera llegaron los cuchillos utilizados en el ataque al vestidor.
«Sabemos ahora que los cuchillos coinciden con el porta cuchillos de la cocina. Pero no podemos determinar si estaban en el vestidor antes del incidente. No se sabe de qué manera llegaron al vestidor,» dijo.
El letrado reveló que todavía no hay una fecha para realizar un test psicológico a Farré, y agregó que espera poder tener una charla con él en la que su defendido «cuente todo lo que pasó».
«Esa charla va a ser determinante. Puede que llegue a cambiar las hipótesis que se tienen actualmente,» aseguró.
A su vez, Alvarez reconoció que esperará hasta después de la charla para decidir si continúa siendo el defensor de Farré.
Fuente: La Nación