Una mala noticia: se prendió fuego el sauna de la casa del diputado Eduardo Abel Ramos. Así como a usted se le quema la leche por dejarla olvidada en la cocina, pues a los ricos les pasa con el sauna.

Ramos es conocido por los conflictos generados bajo su gestión a cargo de ATSa y las varias amenazas y aprietes a trabajadores que reclamaban lo justo. Además ocupa una banca en la cámara baja provincial.

La noticia que ahora nos convoca, difundida por Fm Profesional, indica que al excamillero devenido en millonario se le quemó el sauna. Sí, así como usted puede leerlo, esto que parece algo extraño para el ciudadano común que a lo mucho puede sufrir la quemadura de un foco o del calefón, pues a los ricos se les prenden fuego otras cosas.

En el caso de Ramos todo se debe, al parecer, a un descuido, puesto que “había dejado encendido el sauna y se ausentó por el paso de 20 minutos”, esto provocó que se diera inicio al fuego que luego fue controlado por los bomberos que acudieron hasta la “modesta” morada ubicada en el barrio Tres Cerritos tras ser alertados por el propietario que al final no pudo exfoliarse y quedó sin sauna.