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Que se haga agua el picolé

Un gran escollo en la relación Sáenz-Romero ¿Se adelanta la lucha política entre ambos sectores?

A un mes de haber asumido, las hostilidades parecen haber comenzado. No sólo Trump y el ayatolah iraní se miran de reojo. Por los principales despachos del poder provincial y capitalino, la mirada por el retrovisor repasa que podría haber sido una guerra fría, solo para entendidos, pero no, el destino, el universo, Nostradamus o quien sabe qué, quiso que no fuera así. Hablando del Gobernador, Gustavo Sáenz, y de la intendenta capitalina, “Titi” Romero. Es decir, Bettina.

Que todos se dieran cuenta que las manos unidas y alzadas en señal de triunfo sólo fueran un instante retratado apenas para el festejo conjunto, hasta acá habían quedado circunscriptas a la especulación y al rumor. Quien dio el primer paso? Difícil de determinarlo. Solo vimos nuestras de mojadas de oreja, más para JCR que programadas para “Titi”, su hija. El hombre que detenta la triple corona gubernamental, lo mismo que el flamante ex mandatario provincial –Urtubey-, hoy confirmado en el mismo puesto senatorial que detentaba doce años atrás, parece jugar al desentendido.

¿La mano de Titi?

Dario Madile, presidente del Concejo, lo mismo que Eduardo Savoy, secretario de Hacienda. Igualmente, la eliminación de las Cooperadoras Asistenciales, son muestras de que el Strick One es para la inefable Titi. Con Camacho como ministro de producción. Banco Macro y su retraso en la acreditación de los sueldos, como el bikini, justo-justo para año nuevo. Baja de la planta política de Sáenz en la Muni. Hospital de Mascotas sin funcionamiento, son las muestras de que Titi R no será pillada en off side.

Este domingo, dictaminó el cese de funciones para Eduardo Savoy como Secretario de Hacienda municipal, un puesto al que en todo momento el romerismo le rindió gratitud. Por eso, siempre quedó a cargo de alguna figura de su más estricta confianza. O la del Banco Macro, lo que viene a ser casi un sinónimo.

En cambio, hay otros trascendidos dando vueltas respecto a la deserción de Savoy, quien venía del último tramo de la gestión Sáenz. Al parecer, el timonel de las finanzas venía recelando de las centellas provenientes de Este, Oeste, Sur y Norte, con el mismo Zeus a cargo de éstas, el joven Juan Esteban R.

 

Otros asuntos en el medio

 

El resto de estos asuntos del cotilleo político ondea por el lado que Savoy quiso reclamar, para sí, un último reducto de dignidad. Ergo, decretó inadmisibles las descortesías con las que fue galardonado en este primer mes de gestión R. Otras conjeturas, apuntaron que Juan Esteban R se reservó la última palabra en la confección de las planillas de cálculo. O bien, el remanido pretexto de la confianza.

Mientras, los amigos del ex Hacienda recontrajuran que contrastaron el costo financiero que pudiera acarrearle la contratación de un patrocinante legal, ante cada resolución que le enviasen a firmar. O que con estos 30 días Savoy se llevó un know how sobre los engranajes, hilvanados y el carenado del que se vale el romerismo para articularse en los diferentes espacios del poder. En cuyo caso, habrá que estar atentos por el lugar –público o privado- en el que recala próximamente.

Por otro lado, los entendidos afirman que donde las broncas todavía no se notaron pero se harán evidentes en marzo seguramente es en el Concejo Deliberante. El número puesto para la Presidencia era Angel Causarano, autoprecibido como el dirigente de mayor confianza del Romerismo. Sin embargo, la muñeca política del saenzismo lo llevó a mantener el ambo que había preseleccionado en una sastrería ubicada en la intersección de calles España y Zuviría.

 

Sin copa con qué brindar

 

La eliminación de la Cooperadora Asistencial es una que se está comenzando a cobrar ya. A pesar de ser un organismo provincial tiene como presidente al intendente y eso implica el manejo de importantes recursos, sobre todo para esta época de lluvias que ya se están haciendo ver de forma importante. La eliminación de este organismo se ve justificada por la presentación del Flamante Plan Alimentario Provincial hace una semana.

De acuerdo a los dichos de su presentador, el casi gobernador Pablo Outes, los alcances de este Plan superarían ampliamente el número de beneficiarios que abarcan las cooperadoras asistenciales y cubrirían espacios a los que éstas no llegan. En marzo se verá si también se van a hacer cargo de la Copa de Leche, programa importante, si los hay, dentro de la cooperadora asistencial, donde el gobierno provincial descentralizaba las entregas de Capital.

Las cartas están sobre la mesa.

Los allegados al mandatario provincial apuntan que «Gustavo» aspira a incidir en cualquier escenario, el cual tenga como condición necesaria que «Titi» Romero se mantenga en los actuales niveles de predicamento, de acá a 2023. Un deseo que choca de frente con la intención delineada ante sus íntimos, por parte de la actual Alcaldesa: llegar a la Gobernación.

Un choque de intereses que parece una reedición de lo ocurrido en Salta un cuarto de siglo atrás. Entre el progenitor de una de ellas, y el padre político de su eventual contendiente.

Era el 10 de diciembre de 1995 y en Salta asumían 2 Juan Carlos. Romero en la provincia y Villamayor en la Municipalidad.  El personaje del año, a pesar de no haber salido en el Intra de ese momento  fue Juan Carlos Villamayor, que de la mano de la cumbia «El Llorón» y de la FM del Milagro, propiedad de su socio político Juan Carlos Comparada, llevó adelante una campaña simpática, apuntando a la “gentecita», marcando un notable contraste con el «american style» romeriano.

Manos a la obra

Los coroneles de Juan Carlos Romero, con asiento en la localidad balnearia de Pinamar, se pusieron en guardia, al entender que ese flamante intendente, en 4 años se sentiría en condiciones de disputarle la Gobernación,  cosa que no estaba ni remotamente cerca de aceptar. Ahí comenzó el plan «Villarikill» o “eliminar a Villita», que logró su cometido en 6 meses. En tal epílogo, Juan Carlos Villamayor salió esposado de la Casa de Moldes a las 3 de la tarde y a la vista de todos los ciudadanos que pasaban por  ahí.

Con acusaciones estruendosas para la agenda de los medios, sin embargo, Villamayor fue sobreseído al tiempo por falta de mérito. De todas maneras, el daño a su carrera por la Gobernación ya estaba efectuado y al romerismo el escenario se le despejó.

Si bien las situaciones y algunos nombres tienen algo de similitud, las posiciones de ambos no son las mismas. Los resultados pueden ser muy diferentes esta vez, vale recordar la máxima aquella de cuando la historia tiende a repetirse dos veces.