La campaña de sectores afines al gobierno en contra de los docentes es burda. Ahora quieren decir que la huelga podría afectar al sector turístico.
Por momentos alcanza niveles absurdos: dicen, por ejemplo, que no podrán hacer obras en el hospital (que se cae a pedazos) por el aumento a los turistas. Dicen que el acampe perjudica al comercio (cualquiera que haya caminado por el microcentro en los últimos días notará que todo marcha normal) y ahora dicen que la huelga afectaría al sector turístico, que espera recuperar terreno en los próximos días.
Es gracioso, pero el argumento es que los docentes “afean” la plaza. Los turistas en general saben que los educadores no quieren estar ahí, cagándose de frío. Comprenden, además, que si ellos también tuvieran sueldos que no llegan a los 500 dólares mensuales o los 600 euros estarían muriéndose de hambre. Ergo, no se enojan con los docentes, sino con el gobierno que les paga esos sueldos de hambre.
Pero no, los adictos al gobierno insisten. Ahora saltó Carlos Rodríguez Alzola, presidente de la Cámara de Turismo, que tras participar de una reunión convocada por el ministro de Cultura y Turismo, Mariano Ovejero, dijo que “el sector está preocupado.
Citamos el parte de prensa que nos llegó: “Entre las preocupaciones planteadas, se pueden mencionar la interferencia de eventos organizados por el sector y el posible impacto en los servicios gastronómicos. Los representantes del sector privado recordaron la cantidad de puestos de trabajo y el efecto positivo que genera la actividad en la economía provincial”.
Participaron de la reunión el secretario de Turismo de la Provincia, Fernando García Soria; el subsecretario de Promoción Turística, Estanislao Villanueva; el presidente de la AHT, Juan Lavallén; la presidenta de la S.A.T, Silvia Magno; el presidente de ADOPTA, Francisco Siciliano; la presidenta de ATURS, Cecilia Patrón; y los miembros de la Comisión Directiva de la Cámara Hotelera Gastronómica, Juan Chibán y Juan Lucero.