Las encuestas mundiales muestran que la fe religiosa se mantiene alta en las naciones con ingresos más bajos, mientras en las más ricas aumenta la secularidad y el agnosticismo.

De acuerdo a la consulta de WIN/Gallup International  con una muestra de 66.000 personas en 68 países, el 62% de esta masa declara que la religión tiene importancia en sus vidas, es decir unos 4.712 millones agrupados entre cristianos, musulmanes, budistas, hinduistas, judíos y otros.

En tanto el 74% cree poseer un alma, el 71% cree en Dios y el 54% cree en la vida después de la muerte, más allá de ser o no practicantes de una religión.

Una encuesta realizada en 2010 por Gallup Inc., consultora que sólo comparte nombre con Gallup International, ofrece datos un poco diferentes: sostiene que el 84% se considera religioso.

De cualquier manera, ambas encuestas muestran una correlación entre pobreza y una mayor religiosidad en los países del mundo, independientemente del credo que sostengan sus habitantes. La relación inversa también existe: está presentada.

Es así que los cinco países más religiosos del mundo, lugares en los que casi el 100% de sus pobladores declaran profesar activamente una fe, apenas superan en promedio los 4.000 dólares de producto bruto interno per cápita (ajustado por paridad de compra).

Cuatro de estos, Bangladesh, Níger, Yemen e Indonesia, son mayormente musulmanes mientras que Malawi posee una mayoría católica.

Por el contrario los cinco países menos religiosos del planeta, China, Estonia, República Checa, Suecia y Dinamarca, ostentan en promedio unos 35.000 dólares per cápita de producto bruto.

Todos ellos son cristianos, de diferentes denominaciones, excepto China, donde el budismo domina las preferencias de su relativamente pequeña comunidad religiosa.