Hay 24 casos comprobados de fiebre chikunguña y ninguno de ellos en Salta. La enfermedad es transmitida por el mosquito que provoca dengue. La misma tiene baja mortalidad pero causa descompensaciones graves.
Todos los casos registrados hasta ahora fueron contraídos por argentinos que viajaron al Caribe aunque por primera vez se registró un llamado “caso autóctono” en un país vecino como el Paraguay. El vector es el mismo mosquito del dengue pero “la chikunguña se transmite mucho más”, advirtió a Página 12 un especialista de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Si bien la enfermedad tiene muy baja mortalidad entre la población general, puede causar descompensaciones graves en grupos de riesgo como los diabéticos, las personas con problemas cardiovasculares o, especialmente, los ancianos. En su fase aguda, además de producir fiebre alta y picazón en todo el cuerpo, causa dolores articulares muy fuertes, que llegan a incapacitar a la persona. En algunos casos, estos dolores reaparecen a lo largo de años. Como es una enfermedad nueva –llegó a América hace un año y afectó ya a casi un millón de personas–, la población no tiene anticuerpos que la defiendan y, cuando llega, la proporción de infectados suele ser alta. Se recomienda controlar la presencia del mosquito transmisor y, si aparecen síntomas, consultar en la salita más cercana y evitar la deshidratación.
“En la Argentina se registran 81 casos sospechados, de los cuales 24 dieron positivo, 18 fueron descartados y 39 están en estudio. Ninguno de los casos fue autóctono; todos corresponden a personas de la ciudad o la provincia de Buenos Aires, de Córdoba y de Santa Fe, que habían viajado al Caribe”, precisó Juan Herrmann, director de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación. De todos modos, “estimamos que este verano empezarán a ocurrir casos autóctonos en la Argentina –anunció Jaime Lazovski, viceministro de Salud–; ya hay muchos en Brasil, Colombia y Venezuela, y cuando se presenten en Bolivia y Paraguay, casi automáticamente aparecerán acá. De hecho, ya hubo en Paraguay uno autóctono, que aparentemente no tuvo transmisión”.
La chikunguña (término que en un idioma africano significa “hombre retorcido” por el dolor) llegó a las Américas en diciembre del año pasado y se diseminó en las islas del Caribe. En República Dominicana, donde tuvo su pico en julio, afectó a por lo menos 500 mil personas sobre una población total de 10 millones.
El Ministerio de Salud precisó que “hay en la Argentina 2580 localidades con presencia del mosquito Aedes aegypti (transmisor de la chikunguña y del dengue): abarcan entre 18 y 20 millones de habitantes en la mitad norte el país, a partir de una línea que va de Bahía Blanca y Mendoza”. El control de este vector requiere “el trabajo continuo de erradicar los criaderos: macetas, botellas, neumáticos, tanques de agua destapados; todo lugar donde se acumule agua limpia”.