Una charla mano a mano con Gustavo Saenz, hablando de todos los temas. Confirma que habla fluidamente con el ex gobernador y dice que lo traicionaron en la última elección. Se siente amigo de Miguel Isa y adelanta que podría ir por fuera del PJ. Valora la figura de Walter Wayar y reconoce que hace seis meses que no habla con Juan Urtubey.

¿Cómo ve el 2015 para la política salteña en general?

  Es en verdad un panorama bastante extraño el que se presenta para las elecciones. Hay un decreto del Poder Ejecutivo, que llama a elecciones para abril y mayo del año que viene, pero hasta octubre puede ser modificado, y pueden unificarse con las elecciones nacionales. Entonces el panorama electoral para el año que viene no está completamente claro. El rumbo está muy atado a la suerte del gobierno nacional. El gobierno provincial está tomando medidas importantes en lo que respecta a las necesidades de la gente. El gobierno municipal también. Evidentemente entendieron el mensaje de las últimas elecciones, que era un pedido que los funcionarios salgan y se acerquen más a la gente, que escuchen sus necesidades, sus problemas. Veo que eso están haciendo, desde las últimas elecciones. No sé si alcanza y si la gente va a confiar en esto.  La agenda de los políticos no es la misma agenda de la gente. La agenda de los políticos es ver quiénes van a ser los candidatos, muchos de ellos sin propuestas, sólo diciendo que serán candidatos, y la gente está esperando soluciones a sus problemas. Hoy en la cabeza de la gente no está quien va a ser el gobernador, el intendente o los diputados, sino quienes les van a resolver los problemas, y deberían ser quienes están gobernando actualmente.

En 2015 se plantea una disputa, como hace mucho tiempo no ocurría. ¿Ud. cree que se dará este enfrentamiento entre Romero, Urtubey, Olmedo e Isa?

 Cada día son más los candidatos a gobernador, con aspiraciones legitimas. Wayar también planteó las posibilidades de ser candidato a gobernador. Lo cierto es que existe una fuerte rivalidad entre Romero y Urtubey. Una rivalidad que en definitiva no le hace bien a los salteños. Sería bueno que nos digan qué tipo de provincia quieren para sus hijos y sus nietos en el día de mañana. ¿Qué pretende hacer Romero, que no hizo en 12 años?, ¿qué pretende hacer Urtubey, que no hizo en 8 años?. ¿Qué tienen para proponerle a la gente?.

¿Llegarán al enfrentamiento?

 Creo que sí. Ya están dadas las condiciones para que sean candidatos, aunque en política todo puede ser. Hoy -por ejemplo- hay muchos que se candidatean a intendente, para ser candidatos a diputado, porque sólo especulan con un cargo público.

¿Ud. en 2015 dónde va estar?

  Es todo un tema. Estoy en la política desde los 14 años. Me gusta la política. Sin embargo, repito, en la agenda de la gente no está quienes son los candidatos, sino qué pretendemos hacer. Mi sueño siempre fue ser el intendente de la ciudad. Para eso trabajé. Creo que me preparé para eso, pero no queda sólo en decirle a la gente que quiero ser el intendente de los salteños. Quiero decirles que haré si soy el intendente. Quiero decirles qué cosas haría que no hizo Miguel y qué cosas que continuaría, porque son muchas y son buenas las cosas que hizo. La gente está esperando candidatos solventes, con trayectoria y con capacidad para tener en claro lo que quiere la gente en general.

Es quizás el peor momento para ser candidato a intendente. Hay muchos candidatos y de peso para competir. ¿Está dispuesto a ser candidato sin saber si va a ganar?

De hecho, sabía como candidato a senador que tenía muchas posibilidades de perder. Se lo planteé al presidente del partido y al vicepresidente.  Lo planteé frontalmente. Fui candidato a senador, porque el partido no tenía otro candidato. Sabía que venía en una coyuntura complicada. Venía con un impuesto a la gente que me afectó a mí, sin tener nada que ver, porque no era ni concejal, ni intendente de la ciudad. Medidas de manual de la política que no deben tomarse en un año electoral, pero que se tomaron ese año. Y yo tuve que poner la cabeza y la cara en el partido. Gané la primera elección, por buen margen, pero evidentemente después se juntaron muchos para que este cristiano no gane en las generales. En varios ámbitos me comentaron que muchos de mi lista trabajaron en mi contra. Son cosas de la política. Difícilmente le guste a quien salió cuarto que alguien pueda ganar la elección en Capital.

Hubo traición…

  Estoy completamente seguro que hubo traición, aparte me lo dijeron. El candidato a diputado más importante de mi lista me dijo en mi casa y ante amigos, que días antes el candidato a concejal más importante de mi lista fue a verlo para decirle que había que hacer lo imposible para que yo no vuelva a ganar las elecciones. De hecho así se hizo. Saqué 62 mil votos en las PASO y repetí la cantidad de votos en la general., dónde están los votos de Adriana Perez de la interna que son casi 13 mil votos… y así muchos más. Además, el hecho de llevar candidatos dentro del mismo frente que  competían en la misma categoría y que no sacaron ni el 3, ni el 4 por ciento, pero que en definitiva me restaron los votos. Se los dije al vicepresidente del partido después de las PASO. Dije que era una elección difícil y que era importante que no se diluyan esos votos. Pero no lo entendieron así. No doy nombres. Creo que la estrategia política del partido fue absolutamente mala.

Pero deja entrever que hubo una estrategia errada del partido, y por otro lado una situación desleal….

Lo que si considero una deslealtad es que para acompañar al hermano del gobernador todo el frente debía ir atrás de él, pero para acompañarme a mí no se dio la misma situación. Creo que se produjo una injusticia conmigo, que venía acompañando un proyecto político durante 4 años, desde el senado de la provincia.

¿Por qué esto, para ponerle un techo a Ud.?

  Era inentendible que luego de salir cuartos en las elecciones nacionales, yo ganara las PASO provinciales. Creo que fue una mala estrategia del partido, pero también –analizando profundamente- creo que a muchos no les convenía que yo vuelva a ganar. Acá está claro que hace 4 años atrás saque 40 mil votos y ahora saqué 62 mil votos. No bajé mi caudal electoral, al contrario. Lo extraño es que tampoco la oposición sacó los votos suficientes para mantener sus representantes. El PPS, el PRS y otros se quedaron sin representatividad. Esos votos fueron al PO. Individualmente saqué 20 mil votos más que mi candidato a diputado y mi candidato a concejal.

¿Cómo está con Miguel Isa?

  Bien. Tengo una relación de vida de muchos años. Lo considero un amigo. Hemos trabajado políticamente juntos muchísimos años, pero la vida política nos da esta posibilidad. La vida biológica la determina Dios, pero en la vida política uno tiene la posibilidad de decir cuando quiere morir y cuando no.

El mismo día de la elección algunos dirigentes increparon a Miguel Isa y lo acusaron de traidor…

Es verdad, pero no creo que haya sido así. A veces la gente se fanatiza con los candidatos y pasan estas cosas. La gente estaba un poco enojada con lo que pasó, porque vio a que muchos les interesaban las elecciones nacionales, y no tanto las provinciales.

 ¿Habló últimamente con Miguel Isa?

 Sí, siempre tengo comunicación. De política hablamos muy poco. Hablamos de cuestiones personales, de amistad. De política me contó su fuerte intención de ser candidato a gobernador y creo que lo será. Me parece muy bien, porque es un hombre que demostró gestión. No es poco decir que en una ciudad donde nadie terminaba el mandato, hoy tenemos un intendente que logró ser reelecto tres veces. Eso le da todo el potencial para pelear la candidatura a gobernador. La elección a gobernador es un final abierto.

Al comienzo de la charla Ud. habló sólo de Romero y Urtubey, de dos proyectos enfrentados…

Más que dos proyectos enfrentados, creo que son dos personas enfrentadas. Son muy parecidos los proyectos. Miguel puede ser el emergente entre estas dos situaciones. El que trate de entender que los salteños estamos cansados de las peleas por el poder mismo. Miguel puede ser quien entienda que necesitamos alguien que nos gobierne sin rencores, con orden y transparencia. Esta pelea personal que existe termina afectando a los salteños y eso no es bueno. Tomé la decisión de hacer política desde el llano. Me traslado al barrio, para demostrar que los políticos están al lado de la gente, no sólo en épocas de campaña. Eso me da la libertad de decidir a quién acompañar, y dónde me siento más cómodo, para participar en un espacio con lealtad. Los candidatos a gobernador buscan qué les conviene más, aunque eso signifique llevar 20 candidatos a intendente. En ese juego no voy a entrar. Trataré de atender mi juego esta vez.

¿Está armando un partido?, ¿Ira por fuera del PJ?

 No. Si me estoy juntando mucho y hablando de política y proyectos con gente que está armando otra estructura, por fuera del justicialismo. Son dirigentes, tanto del justicialismo como del PRS, radicales, que creen que no pueden competir en igualdad de condiciones ante las estructuras enquistadas, que son siempre las mismas y que tienen el poder económico.  Ellos esperan que sea candidato el día de mañana en ese partido y les agradezco mucho por eso.

¿Ud. evalúa la posibilidad de ir por fuera del PJ?

  No descarto ninguna posibilidad. En política no se descarta nada, pero soy hombre del justicialismo y me gustaría participar dentro del partido, pero quiero ver cuáles son las condiciones y cuál será la estrategia. Si es la misma que la anterior seguramente no estaré dentro del partido.

¿Puede ir con doble candidatura?

  No. Fui el precursor de la eliminación de la doble candidatura. Entendí que se estafaba a la gente con la doble candidatura y saqué un proyecto de Ley para eliminarlas. Hay que modificar el tema de la gente que se presenta a diputado y como le quedan dos años más se presenta a intendente o senador, total si pierde sigue como diputado. La gente está cansada de estas especulaciones políticas y quien tiene la voluntad de ser candidato debe renunciar a la banca y pelear en las mismas condiciones que cualquier otro.

Ya pregunté por Miguel Isa, ¿qué pasa con Juan Urtubey?

 Con Juan hablé antes de las elecciones y le dije lo que pensaba. Luego volví a hablar en febrero de este año, pero la verdad es que mucha comunicación no tengo. Por supuesto cuando nos encontramos hablamos de política, pero no hay una conversación habitual.

¿Cómo evalúa la gestión de Urtubey, luego de siete años?

 Es un buen político y por algo fue elegido dos veces gobernador de la provincia. Creo que falta gestión, que hay cosas que se comunican mal, que hay muchas cosas que se hacen y no se comunican, pero la política de gerenciamiento que tuvo la provincia y el municipio en los últimos años desgastó la política. Por eso se ve falta de gestión. Es en épocas de crisis cuando se ven los verdaderos políticos, y los funcionarios creen que manejan una empresa, cuando manejan el gobierno. Esta situación en la municipalidad fue revertida en los últimos tiempos, luego de la elección.

Se habló mucho en el verano de un acercamiento suyo con Juan Romero….

 Yo tengo muy buena relación con Juan Carlos Romero. Conversé en muchas oportunidades y lo voy a seguir haciendo, como voy a conversar con todos los candidatos. En los últimos tiempos tuvimos varias conversaciones. Incluso soy uno de los pocos políticos que  nunca habló mal de Romero, ni hablo mal de Urtubey, ni de Miguel Isa. No me gusta hablar mal de los políticos, prefiero que los hechos hablen por nosotros.  No es bueno que se hable mal de los otros para crecer. Si no hablé mal de Romero durante sus años de gestión, me parece una falta total de respeto criticarlo después. Las cosas hay que decirlas en su momento. Le critiqué las cosas que me parecían mal, durante su gobierno. También fui crítico de las cosas que me parecen mal en el gobierno de Urtubey. Me costó muchísimo. Fui el único que dijo que en Lomas de Medeiros lo hicieron equivocar al gobernador. Que debían dejar de chuparle las medias y de justificar lo injustificable. Voté en contra el estatuto de la salud, porque no ponía entre los profesionales a los enfermeros, cuando lo son.  Cuando tuve que estar en desacuerdo lo hice, estando adentro. No me gusta salir y criticar después.

¿Y de qué habla con Romero?

 Conversamos sobre su voluntad de ser gobernador y la posibilidad que yo sea su candidato a intendente para las próximas elecciones. Yo no tomé ninguna decisión, y él también tendrá sus candidatos. No descarto ninguna posibilidad, porque en definitiva todos somos parte de un mismo equipo de trabajo, desde hace muchísimos años. Quien quiera desconocer que Urtubey nació en el romerismo, que Miguel fue parte del romerismo, que Olmedo tuvo mucho que ver con Romero…bueno, está equivocado. Somos todos justicialistas

¿Ud. podría ser candidato de Romero a la intendencia?

  Podría ser candidato de Romero a la intendencia. Pero que quede claro. No quiero atar mi candidatura a la de ningún gobernador, porque no quiero llegar con las manos atadas. Vi muchos intendentes que no pudieron terminar su mandato. Quiero llegar con el acompañamiento de la gente, pero tranquilo, para llevar a cabo mi proyecto político.

¿Walter Wayar todavía tiene signos vitales?

 Si, totalmente. Aquellos que subestiman a los compañeros, son los primeros a los que les va mal. Me parecen completamente legítimas sus ganas de participar. Acá hay que respetar al dirigente político que tiene vocación de seguir trabajando en la política salteña. Nadie está muerto. Con Walter no tengo un trato de todos los días, pero siempre tuve un trato cordial y lo considero un amigo. Lo considero un hombre valioso al que le queda mucho más para darle a Salta.

¿Qué aprendió en el último año?

  Mi viejo me decía que en la vida se gana y se aprende. Nunca se pierde. Yo aprendí muchas cosas. Que muchos que se decían amigos no lo son. Que los amigos no son cualquiera, sino aquellos que lo demuestran. Aprendí que en la política existen pocos amigos, que la mayoría son intereses.  Y aprendí el mensaje de la gente. Por más que fui uno de los pocos políticos que durante años recorrió la ciudad, no es suficiente, que hacen falta más cosas. Y sobre todo aprendí que debo pensar más en mí. Fui leal, pensé en mi partido, y no pensé en mí.