En la entrada de la Planta Hormigonera hace meses existe una pérdida de agua importante que se convirtió en un balneario para el depósito de insectos diversos sumado al olor nauseabundo que destilan las aguas estancadas.
Hace unas semanas informábamos la selectiva tarea que tiene la Municipalidad de Salta al arreglar algunos lugares de la ciudad en detrimento de otros. Fiel a su gente la intendenta Bettina Romero prefiere dar prioridad a algunas zonas súper exclusivas mientras en las barriadas más alejadas los yuyos y basura crecen a la par.-
Aquí va otro ejemplo. En la entrada de la Planta Hormigonera la perdida de agua sumada a los cráteres del asfalto han hecho del lugar un balneario óptimo para la proliferación de bacterias varias. El mal olor que destilan las aguas empozadas en la zona ya forma parte del paisaje sin que Bettina ni siquiera se inmute pues seguramente su exclusiva presencia no pisa ni de casualidad esos lares.