La falta de registro de muchas personas que habitan las zonas más castigadas de nuestra provincia provoca que no reciban ayuda estatal. Hay niños y adultos sin documentos que no pueden acceder a planes, comedores y otras asistencias.

La falta de documentos de algunas personas que habitan el norte de la provincia provoca un aislamiento que desemboca en el olvido y la falta de asistencia del Estado.

El diario El Tribuno publicó este viernes un artículo en el que se informa acerca de los niños y adultos de Tartagal que padecen de la falta de registro. Pertenecen a las comunidades Lapacho 1, Lapacho 2 y Sachapera, ubicadas a menos de tres kilómetros al este de esa ciudad.

Los indocumentados no pueden recibir ciertas asistencias comunes a toda la población de bajos recursos. Después de que los comedores comunitarios fueran reemplazados por el otorgamiento de la tarjeta social, cientos de niños sin documentos se quedaron sin ese beneficio. «Acá tenemos un abuelito que está ciego pero no tiene documentos, por tanto no puede cobrar jubilación, pensión ni ningún beneficio. Por eso necesitamos que también vengan desde el Registro Civil, además de un médico del hospital y que el agente sanitario traiga un poco más de leche. Con un kilo cada dos meses para alimentar a varios hermanitos o a las madres embarazadas eso no alcanza», expresó una mujer de la zona.