El contexto de falta de empleo e inestabilidad laboral ha hecho el caldo gordo para que la ciudad de Salta se vea invadida por servicios de cadetería denunciados en distintas ciudades del mundo por precarización laboral. El gremio salteño en tanto, sigue esperando las promesas realizadas por el concejal que ahora quiere ser intendente. Le reclaman su falta de memoria. 

Las aplicaciones de servicios de cadetería entre las que se encuentra la multinacional Glovo, ya se usan en Salta y fue denunciada por generar trabajo precario.

Según explica la propia multinacional en su página web, la firma asigna a cadetes “contratados” -a través de una aplicación- pedidos que realizan usuarios, quienes luego pueden hacer un seguimiento en tiempo real de su solicitud y hasta ponerse en contacto con el mensajero.

La prestación de logística que ofrece es más económica que la de las empresas de mensajería convencionales ya que, a partir de una relación laboral en negro, la empresa se ahorra dinero.

Los jóvenes que salen a la calle son presentados por Glovo y otras empresas de este tipo, como “mensajeros independientes” integrados a una plataforma desde donde se les asignan los pedidos, de los cuales la empresa cobra el 25% de la transacción. Pese a que no hay una relación laboral formal, los trabajadores deben cumplir requisitos como horarios, precios y servicios.

La llegada de estas empresas ya fue denunciada por el Sindicato Unico de Conductores de Moto de la República Argentina seccionas Salta, quienes trazan un paralelismo con lo que sucede con Uber y la fuerte polémica generada por este servicio alternativo. Esto no se puede dar de otra forma que no sea en este contexto de falta de empleo e inestabilidad laboral. 

Marcelo Nina es el representante de los cadetes en Salta y destaca que ya se han registrado varios casos de cadetes que sufren accidentes en las calles de la ciudad, y quedan totalmente desprotegidos.

Sobre las responsabilidades, destaca el sindicalista que el ENACOM dice que tiene que preguntar a Buenos Aires sobre quien regula la App, y entonces no se conoce quién está detrás de todo esto, “porque esta empresa entró, como entro “Pedidos ya” y ahora dice que se viene “Rapi ya”; así que no sabemos quien permite ingresar a estas empresas. Nosotros pedimos el informe a la municipalidad, pero no figura nadie a quien reclamar, no tiene lugar físico a dónde ir a reclamar si a un trabajador le pasa algo. Estamos a la deriva con todo esto”.

¿Y la habilitación municipal correspondiente?- nos preguntamos. “Tuvimos una reunión con el ingeniero Villada que es secretario de gobierno municipal, y la respuesta fue que ellos lamentablemente no tienen nada que ver con esto. En los informes dicen que nadie los dejo ingresar, pero a alguien le tuvieron que pagar para poder entrar, porque nadie puede trabajar de la noche a la mañana sin autorización”- señala con buen tino el mensajero.

“Esta empresa está para llevarse plata afuera”- denuncia, y agrega- “Hay ciudades donde no los dejaron entrar, otras en las que arreglaron con los intendentes, pusieron plata y siguen trabajando”.

GLOValización arriesgada y peligrosa

Acerca del funcionamiento de este servicio que nadie sabe cómo se instaló en Salta nos relata Nina: “Glovo hace la entrevista a través de la app. Cobran $900 pesos por la mochila, que es propaganda para ellos, y trabajan por $48 el mínimo. Todo lo que recaudan del día, tienen que ir a depositarlo a la noche en la cuenta de Glovo. De ahí, ellos cobran cada 15 días “supuestamente”, porque al día de hoy hay cadetes que llevan 30 días trabajados y no han cobrado. A los chicos le hacen pagar monotributo. Los riesgos son también para quien contrata el servicio ya que si se pierde un objeto -o dinero- en el camino, y se intenta realizar el reclamo, la  aplicación lo bloquea en el momento. Esto no está regulado para nada”.

“Yo hable con los chicos, son estudiantes, ellos ocupan su tiempo extra en este trabajo, no son cadetes. Ellos recién están aprendiendo, no son como nosotros que estamos todos los días en la calle. Hay un cadete que dice que en la quincena ha cobrado $150”. Son en su mayoría estudiantes a quienes les conviene el sistema porque ellos eligen el horario y el tiempo que van a trabajar, pero lo que terminan ganando no les alcanza para vivir”- agrega.

“Esto es el Uber de la mensajería. Si al cadete le pasa algo, te bloquean en el momento, no se hacen cargo de nada. Te bloquean de la app y no tenés a quien reclamar. En cambio aquí nosotros tenemos a quién reclamarle, una cadetería, y nuestro sindicato está trabajando con una ART ahora. Seguiremos en la lucha y seguiremos averiguando quién está detrás de todo esto”- asegura el gremialista.

Ojalá no te hubiera conocido nunca

El representante del Sindicato de cadetes habla también de la irregularidad en la que deben desempeñar su trabajo: “Nosotros tenemos un proyecto que fue presentado en el Concejo Deliberante y no lo tomaron en cuenta. Ahí pedimos la regulación de nuestro trabajo, porque no hay nada regularizado, ni cadeterías, ni las apps, ni nuestro propio trabajo.

Marcelo Nina. Secretario General S.U.C.M.R.A Seccional Salta

“Tenemos por ejemplo problemas con Tránsito municipal. Nosotros queremos que nos pongan la parada de motos ya que están sacando las que ya existían, por ejemplo en Urquiza y Pellegrini y ponen paradas de taxis. Hemos hablado con la municipalidad para tener nuestro espacio de estacionamiento, porque si no nos levantan las motos y tenemos que pagar alrededor de $5000 o $7000 para recuperarlas. Lo que pretendemos es que contemplen 15 minutos de tolerancia o que nos den lugares para estacionar. Pero hasta el día de hoy no tenemos respuestas”- relata.

Marcelo Nina apunta directamente contra un concejal: “David Leiva dice que quiere ser intendente, pero hasta el día de hoy no nos ha dado solución a nada de lo que nos prometió. Dijo que nos iba a sacar el tema del estacionamiento cuando sea concejal y entonces nosotros nos entusiasmamos y trabajamos con él para la campaña, para que llegue a ser concejal, pero ya estamos cansados de que nos mienta.  Porque viene, te miente, dice sí o sí o si lo vamos a conseguir, pero resulta que ya va a cumplir dos años como concejal y no hizo nada por nosotros, los empleados de cadetería”. 

“Queremos que se regularice esta situación para que podamos trabajar tranquilos. Si no, vamos a continuar trabajando en negro, como esclavos”- reflexiona apesadumbrado.