El gobierno de Santa Fe ha informado sobre una significativa inversión de 107 millones de dólares destinada a la construcción de un complejo penitenciario para albergar a los detenidos catalogados como «alto perfil», un término que engloba a figuras clave de las bandas narcotraficantes. 

El gobierno de Santa Fe ha comunicado una significativa inversión de 107 millones de dólares destinada a la construcción de un complejo penitenciario para albergar a los detenidos catalogados como «alto perfil», término que engloba a figuras clave de las bandas narcotraficantes que mantienen su influencia desde la cárcel, contribuyendo a la violencia en Rosario. 

Así pues, siguiendo el ejemplo del proyecto nacional de construcción de prisiones liderado por la ministra Patricia Bullrich, el gobernador Maximiliano Pullaro promueve la expansión de las capacidades de alojamiento de reclusos a nivel provincial como medida para debilitar la operatividad de los grupos delictivos.

Durante muchos años, la construcción de cárceles fue un tema tabú en la política argentina, lo que resultó en la sobrepoblación carcelaria y en el uso de comisarías como lugares de alojamiento semipermanente para detenidos, incluso aquellos con condenas. Situaciones de fugas y policías asignados a seccionales para custodiar celdas desbordadas son escenas recurrentes en varios distritos.

En la provincia de Santa Fe, aproximadamente 1700 personas se encuentran privadas de libertad y son alojadas en comisarías debido a la falta de plazas en establecimientos penitenciarios. Las autoridades provinciales estiman que esta situación podría ser revertida en dos años, período en el cual se espera la puesta en funcionamiento del nuevo complejo penitenciario que se construirá en Piñero, contiguo a la actual Unidad Penal N° 11.

Según el proyecto del gobierno santafesino, esta construcción permitirá la reclusión de 1152 presos en celdas individuales. El enfoque consistirá en dividir la cárcel en cuatro mini penales, cada uno con sus propios módulos y centro de comando y control. El complejo estará protegido por un doble muro exterior que será vigilado desde 24 torres de seguridad. El fortalecimiento de la seguridad perimetral es crucial, dado el antecedente de la fuga ocurrida en la cárcel de Piñero en el año 2021. Recientemente, se han dictado condenas de hasta nueve años para los fugitivos y el grupo de apoyo externo involucrado.

El ministro de Justicia y Seguridad de la provincia Pablo Cococcioni, afirmó que el Centro de Reclusión para Internos de Alto Perfil será uno de los establecimientos penitenciarios más seguros de América Latina.