El manual ideal de una mina copada. Así tituló Clarín una nota decálogo de cómo debe ser -según el medio- una mujer que se banca todas, que está siempre dispuesta, que no se engancha ni enamora de la persona equivocada. Que es gauchita y comprensiva, está siempre lista para el sexo y es “un toque feminista”.
¿Una mina copada para quién? ¿Así nos quieren a las mujeres? En Cosecha Roja decimos #NoSoyCopada. No queremos que nos miren de afuera, que opinen cómo hacemos para agradar mejor a los demás. No queremos ser lindas y estar dispuestas para otros. Primero somos para nosotras. Intentamos conocernos, pensarnos, encontrarnos. Desarmarnos de cómo nos enseñaron a ser mujeres desde niñas y reconvertirnos en lo que queremos ser. Nos movemos por el deseo.
#NoSoyCopada porque no estoy siempre depilada ni con ropa interior engamada por si cae el príncipe azul. #NoSoyCopada porque necesito ayuda de los demás: sobre todo de otras mujeres que me entienden. #NoSoyCopada porque no soy “independiente airosa”: sufro, lloro, me angustio y me reconstruyo sola o en compañía. Y esas son mis marcas, las llevo con orgullo. #NoSoyCopada porque me engancho también con el/la que me dejó en banda. Y vuelvo a sufrir. Pero siempre están mis amigas, que tampoco son copadas, para hacer el aguante. Porque bancarse todas sola no es de copada, es tan solo cumplir con los mandatos que esperan de nosotras.