El diario mendocino Los Andes entrevistó a Urtubey durante el paso de éste por esa provincia. En la charla el salteño crítico a Sergio Massa y aseguró que quiere liderar la renovación partidaria e instaurar un estilo distinto.

“Juan Manuel Urtubey pasó por Mendoza y logró lo que hace tiempo no se veía en público: juntar a varios justicialistas mendocinos de distintos sectores internos. Pero también se dio tiempo para criticar a su potencial rival en el PJ nacional, Sergio Massa, y ubicar a Cristina Fernández en un espacio externo al partido”, así comienza el artículo que el principal medio mendocino realizó al gobernador salteño quien mantuvo un almuerzo ayer en un hotel de la localidad de Maipú.

Alejandro Bermejo, el intendente de la localidad y su hermano Adolfo, ex senador, hicieron de anfitriones. Urtubey también compartió mesa con el sanrafaelino Omar Félix (Integración), el diputado nacional y ex intendente de Las Heras Rubén Miranda (La Corriente) y los también intendentes Roberto Righi (Lavalle) y Jorge Giménez (San Martín), ambos del sector Azul. También se vio a algunos legisladores de distintos sectores internos del PJ y del convite participó la ex ministra de Daniel Scioli, cuando éste gobernaba Buenos Aires, Silvina Batakis. Ella fue invitada por Bermejo para dar una charla sobre la situación económica del país.

De paso, habló con Los Andes.

-¿Cómo está el peronismo hoy?

-En una crisis profunda. El peronismo viene de una de sus peores, sino la peor derrota electoral de su historia. Lo peor que nos puede pasar es no asumirlo y mirar para otro lado. Perdimos en las provincias más grandes e importantes, como en Mendoza.

Eso nos obliga a reflexionar y a tratar de cambiar, porque si seguimos haciendo lo mismo, con la misma gente y de la misma manera, nos va a ir igual. Se debe ir, necesariamente, a una fuerte renovación.

-¿Usted es el líder de esa fuerte renovación?

-Creo que hay que cambiar las formas de construcción política. Hay que ser primero más horizontales y luego ir de abajo hacia arriba. Todo eso, sin responder a la lógica de poder, sino a la del consenso ciudadano. El año que viene tenemos una herramienta formidable, las elecciones legislativas, que no será una elección única nacional.

Está bueno que en cada provincia surjan nuevos liderazgos y se puedan revalidar aquellos que puedan terminar conduciendo un proceso. Pero desde una mirada distinta, cero personalismo, no tan vertical.

-El PJ es verticalista…

-El peronismo en el siglo XX era así. En el siglo XXI es distinto. Si seguimos haciendo lo mismo que se hacía antes, no nos va a ir bien, porque el mundo cambió, la Argentina cambió. Si el peronismo sigue haciendo lo mismo de hace 70 años, probablemente desaparezca.

-El peronismo dialoguista difiere del confrontativo, ¿cómo hará para unirlos?

-El valor supremo no es la unidad a cualquier precio. Lo superior es que tratemos de construir un núcleo duro de ideas y de intereses que compartamos. Estar todos juntos, pensando totalmente distinto, no ayuda a nada.

Lleva a perder. Yo busco que podamos consolidar un espacio político los que pensamos de manera más o menos similar, no igual, porque no funciona así. Aquellos que queremos construir, que aunque no nos toque gobernar, podamos hacer que a la Argentina le vaya bien. Y presentarnos en el futuro como instancia superadora, no contradictoria del Gobierno.

Ése es mi gran desafío. Hay otros que piensan totalmente diferente. Eso no sirve para construir.

-Algunos piensan parecido, pero no se convencen y se fijan en Sergio Massa ¿Qué lo diferencia de él?

-No coincido en su forma de hacer política. Para mí, contribuir a que la Argentina le vaya bien no tiene que ver con que, si al Gobierno le va bien en las encuestas, lo ayudo y si le va mal, lo volteo. Yo tengo principios. Se debe contribuir a fortalecer la institucionalidad. Es como en el fútbol. Todos apoyamos a la Selección, sin mirar de qué club es cada jugador.

Cuando la Selección se va, cada uno vuelve a su camiseta. En política hay que hacer lo mismo. Ya pasó la elección, ahora hay que pelear por la celeste y blanca. En la próxima elección pelearemos por nuestra camiseta.

-El PJ no se termina de unir. ¿Cómo lo está conduciendo José Luis Gioja?

-Yo fui el primer impulsor de José Luis como candidato a presidir el partido, porque tiene el perfil para administrarlo en este momento. Pero no se le puede pedir a esta conducción que guíe al peronismo con la lógica tradicional.

Primero, porque, como decía, no se puede seguir trabajando de igual modo. Y segundo, porque estamos en transición. Es una etapa en la que hay que buscar un espacio común para que surjan nuevos liderazgos.

-El peronismo de Mendoza perdió nueve elecciones seguidas. ¿Qué puede hacer?

-Está claro que estamos en problemas. Voy a ayudar lo más posible a que mejore, pero no quiero ser yo desde afuera alguien que venga a dar consejos. No tengo autoridad moral para hacerlo. Sí quiero contribuir a que le vaya lo mejor posible.

-¿Cómo ve a Cristina Fernández?

-Ella tomó la decisión política de construir un espacio propio. Será la gente la que evalúe si ese espacio puede tener sustentabilidad o no.

-¿Y a Mauricio Macri?

-Primero, merece el respeto por ser el presidente de todos los argentinos. Segundo, encaró desafíos importantes. La salida del cepo, la salida del default, entre otras cosas. A veces abusa del mecanismo de prueba y error.

Está bueno asumir un error y enmendarlo. Pero si lo hace dos veces o tres, la gente se empieza a preocupar. Hay activos y hay pasivos, todavía tiene tiempo.

-¿Las actividades con Cornejo son sólo institucionales o hay algo más? 

-Tengo una excelente relación con Alfredo. Lo respeto mucho y le tengo afecto personal. Y en mi lógica de construcción política y de trabajo institucional, no existe la distinción de banderías políticas.

Si viviera en Mendoza colaboraría con él para que sea un gran gobernador. Y cuando llegue la elección, competiría para ser mejor.

-¿El peronismo volverá a gobernar el país?

-Espero que en 2019. Yo voy a trabajar para eso.