La mujer que hizo carrera migrando de un partido a otro, asumió en la presidencia del PRS. Sin intereses inmediatos de cara a las legislativas del año próximo, Cristina Fiore apuesta a convertirse en figura protagónica de cara al año 2019. Gonzalo Teruel
Si es verdad que la contradicción es el motor de la historia, como algunos citan sin rigor alguno al alemán Karl Marx, entonces Cristina Fiore va a toda marcha y por el buen camino. Al menos así lo creen en su entorno y razón no les falta: sin importar las críticas que recibe por sus incontables contradicciones ideológicas y partidarias, ella sigue ganando elecciones y ocupando espacios en la política salteña.
Su último logro se concretó hace pocos días cuando, finalmente, asumió como presidenta del Partido Renovador de Salta en reemplazo del alicaído ex vicegobernador Andrés Zottos. Allí estuvo acompañada por su principal sostén, el gobernador Juan Manuel Urtubey, y por importantes figuras de la política local como el vicegobernador Miguel Isa y Manuel Santiago Godoy, titular de Diputados. Y claro por dirigentes, intendentes y legisladores, del PRS. El único que falto a la fiesta fue el intendente Gustavo Sáenz quien fue el único de los grandes actores políticos locales que no fue invitado
“El presidente del partido es eso: el presidente del partido y no su dueño” dijo al asumir el mando y, de inmediato, aseguró que “la asignatura pendiente del PRS es la Capital, donde le dimos la espalda a la gente y debemos enmendar el error”. Según explicó, entonces, “recorrerá los barrios militando” para devolver la presencia e influencia que años atrás tuvo el partido en la principal ciudad de la provincia. Sus más cercanos colaboradores confirman esas palabras y anticipan “vamos a militar fuerte”.
El objetivo es recuperar todo el espacio perdido por los renovadores y, sobre todo, consolidar la figura de Cristina Fiore en la política salteña. Unas pocas certezas los impulsan en esa tarea de posicionamiento: Juan Manuel Urtubey dejará la provincia en 2019, no hay ninguna mujer que pueda competir con ella, y además hay un gran espacio “no peronista” para conquistar.
“Vamos a trabajar para que Urtubey pueda disputar y ganar la presidencia de la nación” indicó un operador renovador a Cuarto Poder y reconoció que si eso no sucede igual existen alternativas, que sea vicepresidente o simplemente senador nacional, “pero en cualquier caso dejará la provincia y habrá que disputar el nuevo esquema de poder”.
“Además, existe una notable falta de mujeres con trayectoria para influir en la política salteña” agregó y, sin decirlo, avaló que ni la ministra Pamela Calletti, la diputada Evita Isa o la concejal Frida Fonseca puedan desplazarla de esa pretendida representación femenina.
“Cuando Urtubey tome distancia de la provincia el PJ entrará en un proceso de reorganización interna y lo mismo sucederá, como ya está pasando, en el espacio no peronista salteño” pontificó el operador renovador y blanqueó que allí será importante la presencia de dirigentes “con experiencia y capacidad de diálogo como Cristina”.
Según confía, Fiore será “inevitablemente” una de las figuras del nuevo tiempo político en la provincia. Por eso, desde hace tiempo y en acuerdo con jóvenes dirigentes de otros partidos como el diputado Javier David, el ministro Juan Pablo Rodríguez, o los referentes del Frente Plural, Matías Posadas y Matías Assennato, busca posicionarse en la política salteña.
La conducción del PRS, creen, les permitirá participar en los próximos años de los acuerdos políticos necesarios para llegar al 2019 en condiciones de disputar reales espacios de poder. Siempre contradictoria, de la mano del justicialista Urtubey alcanzó el liderazgo institucional del PRS con el cual, tal vez, en el futuro dispute la conducción de un espacio “no peronista”.
Todavía falta para conocer el futuro de Urtubey y cómo se ordenará la política salteña una vez concretada su salida del Grand Bourg después de más de una década de absoluta centralidad. Pero mientras tanto, la zigzagueante Cristina Fiore trabaja para instalarse entre los dirigentes que discutirán los destinos de la ciudad y de la provincia y lo hace desde el partido que la cobijó en la juventud.