Luego de diciembre pasado y todo el circo desatado por los escasos saqueos realizados en Salta y el supuesto gran accionar policial ante la situación, ahora familiares de policías denuncian que el jefe de la Fuerza, Marcelo Lami, es un déspota que poco hizo para subsanar la situación económica de los azules.

Entre los uniformados suele utilizarse repetidamente un epíteto: la gran familia policial. Al parecer esta familia tiene un padre que poco o nada hace por sus desamparados hijos, al menos esta es la imagen que puede leerse en las declaraciones de esposas, concubinas, madres y hermanas de quienes engrosan las filas de color azulado.

En una entrevista radial varias personas recriminaron el “olvido” al que están expuestos los que hace poco eran tildados de héroes, salvadores y buenos subordinados de la ley. En resumidas cuentas todo el desbarajuste de diciembre no sirvió de nada, a pesar que la policía salteña fue la única beneficiada con un doble aumento en los sueldos.

Una madre preocupada porque al hijo se lo mandaron a Orán a modo de castigo por protestar durante la semana de los saqueos, dijo, sin tapujos que “El jefe de policía es una persona déspota, un ser absolutamente inhumano”. Mientras que otra mujer, esposa de un uniformado, además de elevar una queja por lo poco que cobran los policías, argumentó que “Luego de la protesta no hubieron soluciones. Mi esposo trabaja más de 8 horas, y a veces no puede alimentarse bien. Padece constantes dolores de pies y rodillas a causa de los intensos patrullajes”.

Lorena, hermana de otro policía, dijo que el chango no tiene ni para arreglarse el uniforme y al parecer debe andar medio croto durante las patrullas: “Los derechos de los efectivos y hasta de los aspirantes son vulnerados todo el tiempo. Mi hermano trabaja por vocación no por imposición”.

El descontento uniformado no pudo subsanarse ni con el aumento del 50%, la gran familia policial está al borde de un nuevo colapso y al parecer no hay terapeuta que pueda salvar las papas en esta disfuncional familia.