La decisión del saencismo de competir por un tercer mandato condiciona todas las decisiones políticas de 2025. A los oficialistas más ambiciosos los amordaza la hipocrecía, mientras que a los opositores los desconcierta la estrecha relación del gobernador con los libertarios de la Casa Rosada. Algunos nombres que se proponen para las listas nacionales sorprenden y obligan a analizar las lealtades.
N. de R.
Avances y retrocesos caracterizan un periodo bastante híbrido para la política salteña, casi divorciada de los ciudadanos comunes castigados por las repercusiones económicas que reducen el bolsillo y amplían los gastos cotidianos. Mientras algunos juegan a diario a sedimentar alguna posición que los mantenga instalados para cuando presenten candidaturas en 2025, otros prefieren especular con bendiciones futuras de los actuales líderes políticos que ocupan cargos de envergadura.
Todo gira detrás de la pretensión del oficialismo de que Gustavo Sáenz se postule para un tercer mandato. Eso reduce las posibilidades de todos los que miraban con apetito el sillón de Grand Bourg. Desde las filas propias Emiliano Durand, Pablo Outes, Ricardo Villada, Esteban Amat y Roberto Dib Ashur están condenados a respetar el derecho de su líder a la continuidad en el cargo más importante de la provincia. Saben que todavía mide en las encuestas y que la oposición no tiene todavía ninguna figura relevante que se proponga como contendiente. Máxime considerando que Juan Romero y Juan Urtubey tienen imagen negativa superior al 70%, y que Emiliano Estrada y Sergio Leavy, de postularse nuevamente, perderían sin atenuantes por ser la expresión más pura de la casta. Quizás el gran problema es que no ha crecido nadie en los últimos años para disputar en serio el poder.
El romerato y sus socios permanentes o circunstanciales –como Estrada y Leavy- tienen decidido socavar la gestión saencista para generar la imposibilidad política de alcanzar el tercer mandato. Tampoco descartan ir a la justicia para condicionar cualquier postulación del actual gobernador, apoyándose en fallos de la Corte Suprema de Justicia que cerró en 2023 las posibilidades reeleccionistas en San Juan, Santiago del Estero y Tucumán. El caso de Salta no es el mismo, pero mantener en vilo al adversario otra de las formas en que trabajará políticamente la oposición cuando llegue el 2027.
Recetas electorales
Las estrategias electorales no están definidas, pero podrían reproducir los criterios que permitieron al saencismo dividirse en dos frentes, como también adelantar los comicios provinciales y suspender o eliminar las PASO. Otro elemento que genera polémica es el renovado cuestionamiento que el romerato dirige hacia el denominado “voto electrónico”, que ahora suma a las críticas el elevado costo que tiene en tiempos en que se pregona la necesidad de reducir el gasto público.
No existen casi dudas de que las elecciones provinciales deben ser adelantadas. El oficialismo provincial avanza con buenos vínculos con el gobierno libertario, pero no tiene a mano una fórmula que le permita imponerse a nivel nacional por sobre la grieta que nuevamente divide a los argentinos entre los que apoyan a Milei y el kirchnerismo. Abril o Mayo suenan para el íntimo calendario electoral del saencismo en el que aspiran a retener las bancas legislativas que le otorgan una cómoda mayoría en la legislatura.
La foto de Gustavo Sáenz con los partidos políticos del oficialismo no es la mejor. No existe ninguna fuerza que no sea presidida por funcionarios pagos de la actual gestión y genera la impresión de que todo sigue girando alrededor de la figura del líder, pero sin sustancia orgánica. Sin embargo, en anteriores elecciones se dividieron en dos alianzas bajo la figura del gobernador y lograron poblar la legislatura provincial con mayorías agravadas. La receta para los comicios de 2025 parece que será la misma aunque los capitanes de cada sector han ingresado en la devaluación propia de los años que pasaron en puestos relevantes. Ricardo Villada y Pablo Outes no concentran las mismas lealtades y adhesiones que antes.
Con la excusa del ahorro, nuevamente volverían a suspenderse las PASO, o tal vez sean eliminadas. Se seguiría en Salta la misma línea que plantea Milei a nivel nacional, donde ya se presentó y levantó un proyecto que podría reconsiderarse en el Congreso Nacional. Esto permitirá que las listas sean digitadas por acuerdos de cúpula o la simple voluntad de los actores políticos de mayor volumen.
El desafío de la elección nacional
La pelea por la senaduría nacional, que hoy equivale a un trampolín para quienes aspiran prematuramente a la gobernación en 2027 -o la jubilación para el caso de Juan Romero y Sergio Leavy-, sigue provocando uniones y desencuentros. Es que Sáenz nuevamente se arrima a la Casa Rosada y obtiene réditos impensados para los dirigentes libertarios que muestran que son sólo de cabotaje. Podrá el gobernador copar las listas de La Libertad Avanza en 2025?
El partido justicialista es una incógnita y será materia de disputa entre Cristina Kirchner, los “Gordos” de la CGT y los caudillos provinciales. Si bien se trata de un sello que hoy no arrastra mayores votos, siempre ha logrado concitar a los titulares de los aparatos políticos tradicionales, sobre todo en las provincias del Norte. La ex presidenta permitirá que en Salta siga en manos de saencistas declarados como Esteban Amat y Gastón Galindez? Otros dicen que la dupla Sergio Leavy y Emiliano Estrada ya tienen asegurado el uso del sello para el comicio nacional de 2025 y que eso los otorgará ventajas importantes a la hora de disputar bancas por la minoría.
La que ha regresado a la casa de sus padres es Flavia Royón, quien habría obtenido un preacuerdo con el senador nacional Romero para acompañarlo en su lista, que concentraría a los libertarios, macristas y radicales, más el peronismo republicano de Miguel Pichetto. Siempre activa en las relaciones empresariales y operadora de intereses macroeconómicos, la ex Secretaría de Energía durante la gestión de Alberto Fernández, y Secretaria de Minería nonata durante la gestión del “León” Milei, aseguraría una sugestiva presencia femenina y financiamiento de grandes aportantes.
El problema quizás es que Royón deberá exponer en público su lealtad con el romerato, algo que nunca quiso confesar abiertamente. Claro que, también, su antigua fidelidad despierta suspicacias en la cúpula de Grand Bourg. Cuántas lealtades es capaz de sostener una persona cuando los beneficiarios tienen intereses contrarios? En algún momento deberá elegir entre Sáenz y Romero y entre empresarios de la talla de José Luis Manzano y Jorge Brito.
Son muchos los opositores al kirchnerismo que ven peligrar su espacio local cuando lleguen las elecciones de medio término. La simple advertencia de que el saencismo puede desintegrarse por truncarse el tercer mandato de su líder los conduce a la duda que los acercará a los libertarios que necesitan ocupar territorio. Analizan y proyectan la supervivencia en medio del tiempo que cruelmente les va acotando los recursos de la caja del Estado. Son los que pueden pegar el salto y ya encontraron la excusa. Royón no es la única que tiene problemas de conciencia.