Está circulando un video en el que puede verse a un divino ratoncito paseando entre los asistentes a un tenedor libre céntrico. Entre ese y las lauchas del mercado no hay forma de conseguir una comida decente y sin roedores en la ciudad.

Que los tenedores libres son un desastre los sabemos todos, mucho más los que alguna vez tuvieron la oportunidad de trabajar en uno de ellos. Esas son las personas que principalmente recomiendan no asistir a este tipo de lugares.

Comida vieja recalentada, alimentos de segunda mano, poca higiene en la cocina, y si a esto le sumamos las tradicionales lauchas que no faltan en muchos de los restaurantes finos y no tanto de la ciudad tenemos una combinación digna de un tugurio alimentario.

Lo que sucedió en el tenedor libre de calle Mendoza puede ser un claro ejemplo de ello, como sucede en otros lugares, un ratoncito salió a tomar aire y se encontró de pronto en medio de los pies de los consumidores que ignorantes de su presencia continuaban la ingesta gastronómica mientras unos acordes folklóricos hacían el fondo musical.

El ratoncito va y viene en el video, hasta que uno de los empleados, cual gato en cacería se abalanza sobre el roedor con una servilleta en la mano y lo atrapa, luego se lo lleva para el fondo y el video se corta.

Ya lo sabe, señor, señora, cocine en su propia casa y con sus propias lauchas, tenga ciudado con los alimentos.