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La incertidumbre ha ganado todos los niveles pero gobierna en el más alto nivel. El balotaje presidencial y sus repercusiones dentro de la alianza oficialista nacional; las repercusiones en Salta; el armado de un nuevo gabinete y los cambios con fricción en la Capital están signados por un destino que no puede leerse. Sean los 25 millones de votantes o un gobernador en soledad quienes decidan, despiertan miedos en quienes antes vivían seguros. El reloj político se ha detenido hasta el 19 de Noviembre.
Estadísticas zigzagueantes y una sensación de que no todo se definió en las elecciones generales. Massa ganó casi holgado, pero la crisis de desabastecimiento de combustibles -que sugestivamente apareció luego del comicio- emparejó la disputa al canalizar nuevamente Milei el descontento ciudadano. Como en toda final en donde la oferta se reduce a dos personas, la decisión y el desequilibrio están en manos de quienes antes optaron por quedarse en casa, o votar a Patricia Bullrich o Juan Schiaretti.
El final está abierto a pesar de los casi 6 puntos porcentuales con los que Massa aventajó a su contrincante el domingo 22. La alianza posterior de la LLA con JxC ha rendido algún fruto, o al menos le ha dado la excusa a los antikirchneristas para direccionar el apoyo. Del lado de Massa apuestan por preservar Buenos Aires, revertir Córdoba y evitar que los votos radicales se vayan a la casa.
A nivel local, con habilidad y sentido práctico, el Gobernador postergó las disputas y negociaciones para la conformación de un nuevo gabinete que, por lo visto, no será tan novedoso. Los únicos nombres que hoy están circulando con firmeza son los de Cristina Fiore para reemplazar a Matías Cánepa en el Ministerio de Educación y el del saliente Intendente de Tartagal Mario Mimessi para Ministro de Desarrollo Social. Seguramente habrá premios consuelos aunque el derrame de marginados de cargos relevantes hará estremecer algunas entrañas.
Varios de los saencistas puros se resisten con un armado que incluye a quienes recientemente vituperaban a su líder –hablan de Fiore- como también a un radical que perdió en Tartagal. Tiemblan de solo pensar que tendrán que hacer colas en sus despachos para gestionar un favor o recibir ayuda.
Para los que ya están cómodos las decisiones de “Gustavo” no se discuten, ni siquiera en la privacidad de los domicilios. Piensan, además, que hay que ampliar la base de sustentación de una gestión que pronto tendrá que atravesar por una crisis profunda. Aseguran que el aporte de los independientes y dirigentes de otras fuerzas políticas es imprescindible para soñar con un tercer mandato, pero también tienen miedo.
Esta transversalidad ya tuvo otras fotografías en la gestión municipal de Sáenz porque no teme convivir con extraños y confía en sus impresiones íntimas. Así, incluyó en su gabinete a Juan Agustín Pérez Alsina, Guadalupe Colque, Ricardo Villada, Luis García Salado y Federico Casas. Más tarde, en su primer mandato provincial, incorporaría a Sergio Camacho, Roberto Dib Ashur, Verónica Figueroa, Josefina Medrano y Silvina Vargas en lugares claves.
Quizás el gran dilema a resolver sea la necesidad de contar con una autoridad única por debajo del Gobernador que logre encolumnar a los ministros. Una gestión con funcionarios que actúan sin coordinación instaló la necesidad de una Jefatura de Gabinete. Para un movimiento con dirigentes de variada ideología, acostumbrados a no respetar categorías y reclamar directamente al Jefe hasta por cuestiones menores, esta idea los asusta.
Demasiadas especulaciones pero ningún sustento caracterizan un panorama incierto y hasta paranoico. La realidad es que los se catalogan como “puros” presienten que los que hasta ayer puteaban al gobierno van camino a integrarlo sin haber planteado arrepentimiento por los improperios recientes.
La reacción interna comprende la voluntad de un sector que sostiene que debe preservarse la estructura de funcionarios que hasta ahora comanda el novel diputado nacional Pablo Outes. Son los que piden que sea Matías Cánepa el nuevo Coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, y que se reconozcan los esfuerzos de un grupo que a la par trabaja el peronismo partidario con Antonio Hucena a la cabeza.
Lo cierto es que quien decide en soledad es Gustavo Sáenz. A todos les anticipó que no habrá panorama para resolver el mapa interno de funcionarios si no se sabe quién será el Presidente. Sabias palabras dirigidas a algunos ansiosos que se prueban sacos como funcionarios y ya están gastando a cuenta.
En la Capital el gabinete ya fue presentado. Juan Manuel Chalabe como Jefe de Gabinete; Facundo Furió en Hacienda; Agustina Agolio en Gobierno; Martín Miranda en Medio Ambiente y Servicios Públicos; Sergio Zorpudes en Obras Públicas; Esteban Carral en Espacios Públicos y Emergencia Ciudadana; Federico Hanne en Tránsito; Daiana Ovalle en Acción Social; Alejandro Levín en la Agencia de Recaudación y Matías Risso como Procurador General. El origen y el presente de cada uno habla del perfil plural del nuevo intendente que tiene el desafío de atravesar la crisis que sin escrúpulos deja Bettina Romero que esta semana dio consejos y lecciones de como triunfar a la electa e ingenua intendenta de Cafayate Rita Guevara.
La transición sigue sin que se puedan arrimar posiciones en términos de gentileza y con la altura necesaria. Los que se van no quiere ceder posiciones ni entregar la información que igualmente encontrará Emiliano Durand después del 10 de diciembre. La cifra del desfasaje comunal se arrimará en diciembre a los 4000 millones, y las falsas negaciones sobre las asistencias financieras del Banco Macro y de la Coparticipación Provincial para pagar los sueldos de los últimos cuatro meses igualmente dejan al desnudo los niveles de dependencia económica con el Grand Bourg que heredará Emiliano Durand.
Sin embargo, la paciencia ha comenzado a rebalsar y en estos días las agresiones entre dos sectores irreconciliables podrían terminar en acusaciones más serias que las que hoy se concentran en medios digitales. Es que los millones robados al presupuesto municipal con una desmesurada campaña electoral, los negociados con las obras, las coimas exigidas a los desmalezadores y a los que ocupan espacios públicos, son solamente algunos de los aspectos que podrían terminar en la justicia.
Solo a título de ejemplo puede mencionarse que la decisión de proponer a su tío Daniel Amador para Vocal del Tribunal de Cuentas Municipal –el órgano que controla los gastos municipales- tuvo un detonante importante: El imputado por las desprolijidades y eventual fraude por sobre-certificaciones con las obras de la Plaza 9 de Julio es nada menos que el Coordinador Ilegal y Técnico Daniel Nallar. No debe sorprender considerando que -aunque quiso ocultarse- siempre estuvo manejando todas las decisiones con repercusiones millonarias que autorizó Bettina.
Nallar apareció a inicios de este mandato, por instrucciones del jefe del clan y senador nacional, como el abogado que debía protegerla en términos legales por su desempeño como intendenta. Sin embargo, junto a Juan Esteban Romero –hermano y diputado de la alcaldesa- hoy se ha erigido en una figura en la que se centran las críticas por los defectos con que ha manejado las contrataciones y los millones que se perdieron en medio de errores y horrores.
Sus intervenciones en los megacontratos que vinculan a Agrotécnica Füeguina, La Plumada, Conta Construcciones y Riva –sólo por nombrar a algunos de los intereses sensibles del romerato- ya coloca a la cosa pública como una caja de recursos manoseada y destratada. Si alguien pensó que Bettina Romero iba a pensar en el bienestar de los pobres se equivocó de palmo a palmo; y si otro creyó que los ricos no roban, también.
Sin embargo, el romerato sigue y seguirá probablemente impune. Mantiene todavía buenas relaciones con la justicia en los niveles superiores, y con los que no las tiene se encarga de asegurarles un eventual trato extorsivo en el diario familiar para la hipótesis de que alguna acusación los roce. Esto explica los motivos por los que los fiscales no saben de noticias criminales a pesar de las graves acusaciones que circulan en distintos medios periodísticos, ni hay denunciadores que osen dirigir la mirada a “la famiglia”.