Así lo refirió el padre de Facundo Emanuel Raynal de 16 años, quien falleció el 9 de julio del 2018 después de dirigirse a una fiesta en la casa de un vecino, en el barrio Kennedy, ubicado al oeste de la localidad del sur provincial.

6 años, numerosas marchas, ni un día ni una tarde ni una noche sin pensar en su hijo. El lunes se llevó a cabo la segunda audiencia en Metán por la muerte de Facundo Raynal quien tenía 16 años la madrugada de inicios de julio de 2018 cuando tras una fiesta terminó internado y falleció en un hospital de la capital salteña.

Es un lunes de mayo de 2024, Gustavo Raynal, padre de Facundo, tiene un cartel con su foto y lágrimas en sus ojos en la puerta del Poder Judicial de Metán mientras junto a otras familiares recuerda lo que pasó aquella noche de invierno.

La investigación se inició ante las denuncias realizadas por los padres del joven quienes relataron que su hijo les pidió autorización para participar del cumpleaños 50 de una vecina que vivía enfrente de su casa. La madre y el padre tenían confianza puesto que se trataba de familia lejana y una casa que Facundo siempre frecuentaba.

Al otro día, alrededor de las 7, se dieron cuenta que su hijo no había regresado y fueron a preguntar por él. Desde ese momento comentaron, notaron cierta renuencia en dejarlos pasar a buscar a su hijo argumentando que Facundo dormía.

Ante la insistencia de los padres del adolescente, ingresaron a la vivienda y lo encontraron inconsciente y en estado de ebriedad, tendido en una cama. Pidieron asistencia médica y lo trasladaron al hospital local, donde determinaron que se trataba de algo más que una intoxicación alcohólica. “Facundo no reaccionaba nada”, dijo su padre. Allí ingresó a terapia intensiva con diagnóstico de trastorno severo metabólico (deterioro neurológico) más neumonía bilateral, en estado crítico. Luego de días internado, finalmente falleció por paro cardiorrespiratorio, intoxicación con sustancias prohibidas y neumonía.

“La duda que nos queda es si les dieron alguna droga. Pero le dieron bebidas alcohólicas sabiendo que era menor de edad, hicieron juegos y apuestas para darle de tomar y le pagaron para que tome. Hicieron abandono de persona y por qué no se cruzaron al frente a avisarnos si lo vieron mal. Ellos (los imputados) desde un principio actuaron mal”, señaló la madre de Facundo.

“Apostaban para que me hijo tome alcohol”, dijo el padre.

López Ibarra, el fiscal que estuvo en su momento a cargo de la causa, abrió la imputación por considerar que la conducta de los acusados está sospechada de criminalidad, al determinar que le suministraron a Facundo Raynal diferentes bebidas alcohólicas durante la reunión. Se pudo conocer además que se lo incentivó a beber mediante el pago de apuestas de dinero, creando un riesgo especial, el cual los obligaba a ver por la salud de quien era más chico.

Los imputados son Luciano Gabriel Moyano, Laureano David Moyano, Emiliano Nicolás Romero, Franco Nahuel Rueda y Enrique Joel Moyano, acusados de “abandono de persona con resultado muerte”.

Audiencia a puertas cerradas

Luego de seis años y varias dilaciones para que la causa llegue a juicio, los familiares de Facundo tuvieron que sortear otra traba del Poder Judicial, ya que no pudieron presenciar el juicio luego de declarar y dar sus testimonios.

Preside el debate oral y público el juez Sebastián Fucho. Según argumentó la Secretaria “por falta de espacio”, los padres de Facundo y sus amistades, no pueden asistir ni escuchar lo que adentro de la sala se dice sobre la muerte de su propio hijo.

“En las dos primeras jornadas del juicio, los imputados no declararon”, contó a medios locales Pablo Del Pino, abogado representante de la familia Raynal. “Durante la investigación, cuando los Moyano fueron detenidos, le echaron la culpa a Rueda”, agregó.

Por otra parte, varios de los testigos que declararon en estas audiencias pasadas son amigos de los imputados. La familia Raynal también denunció públicamente que una de las testigas que se encontraba con custodia policial cambio rotundamente su relato después de recibir algunas amenazas y en su última declaración, con su relato intentó beneficiar a los imputados.

“Ya nos estaban por archivar el caso y gracias a dios encontramos a la señora Ana Fernández de la Fundación que pudieron hacer las presentaciones”, señaló su familia y agregaron que esto también pudo sostenerse por las numerosas marchas que realizaron cortando la ruta y por el centro de Metán.