Cambiemos avanza con un conjunto de reformas, pero evita precisiones en campaña. Buscará reducir la conflictividad laboral y bajar aportes jubilatorios, cargas sociales y costos laborales para los empresarios.
En medio de la campaña, cuya premisa en Cambiemos es evitar las definiciones fuertes, el presidente Mauricio Macri confirmó ayer que su propósito político para después de las elecciones del 22 de octubre próximo es debatir con la oposición en el Congreso las reformas laboral y jubilatoria. El sábado último, durante su discurso en la 131° Exposición Rural de Palermo, el jefe del Estado había adelantado que buscará una reforma impositiva.
«Éstos van a ser los tres ejes de la gestión luego de las elecciones», aseguró ayer un funcionario de la Casa Rosada. Sin embargo, a pesar de que mencionaron el tema en los últimos días, no quieren que se transforme en un eje de campaña por el temor a un efecto negativo.
También el Gobierno buscará sancionar una ley de equilibrio fiscal y otra de coparticipación federal con las provincias. Además, aunque ahora niega un ajuste, Macri planea una reestructuración del gasto público para bajar la inflación. Pero esos recortes no afectarán las políticas sociales ni implicará despidos.
Las reformas impositiva, tributaria y laboral están guardadas bajo siete llaves. Sin embargo, el Presidente confirmó ayer que «tanto lo previsional como lo laboral son cosas que tenemos que debatir, porque queremos tener más trabajo, crecer más, ser felices». Y señaló que esas reformas serán «fruto del consenso de toda la sociedad».
Una de las alternativas que se manejan es elevar la edad jubilatoria entre 3 y 5 años. Macri no lo confirmó ni lo descartó. «Eso será algo como tiene que ser, dialogando, arriba de la mesa; no algo que va a salir de un día para el otro, y va a ser fruto del consenso de toda la sociedad», dijo en declaraciones a Canal 9 de Mendoza. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, coordina una comisión de notables dispuesta en la ley de reparación histórica para encarar la reforma previsional.
Además de posibles cambios en la edad jubilatoria, que podrían ser optativos, se estudiarán equiparaciones entre los regímenes de autónomos y monotributistas, se buscará actualizar la ley jubilatoria de 1994 de Domingo Cavallo y se someterá a la discusión de todas las fuerzas políticas.
La reforma laboral, en tanto, buscará bajar aportes jubilatorios y cargas sociales, además de reducir la conflictividad laboral, tanto en juicios por despidos como por accidentes de trabajo. En síntesis, buscará bajar los costos laborales para los empresarios y lograr así mayor competitividad. También se baraja un sistema de capacitación laboral permanente. En principio, no se reformará la ley de contrato de trabajo ni la de asociaciones sindicales, y se apuntará a abrir un diálogo con la CGT. El modelo sería la reforma laboral en Brasil, aunque con cambios menos radicales. El gran desafío es bajar el número de 4,5 millones de trabajadores informales y cerca de 1,5 millones de desocupados. No se descarta un blanqueo laboral.
El sábado último, en La Rural, Macri dijo además que trabaja en una «reforma impositiva» que «involucra a todos los niveles de gobierno»: Nación, provincias y municipios. «Comenzamos a bajar los impuestos, pero también reconocemos que hay que seguir bajándolos», aseguró el Presidente.
En la Casa Rosada señalaron que la reforma tributaria en marcha se conocerá luego de las elecciones de octubre y también se negociará con la oposición en el Congreso.
Según adelantaron fuentes oficiales, la idea es eliminar los impuestos distorsivos, como el impuesto al cheque, a los ingresos brutos y crear un sistema tributario más simplificado, estable y con efecto neutro sobre el déficit fiscal.
«Desde 1915 en la Argentina no se encaró al mismo tiempo una política de crecimiento, baja impositiva, reducción del déficit y baja del gasto público. Ahora lo estamos haciendo», señalaron en Hacienda.
Sobre la reforma previsional, Macri explicó que «la ley de reparación histórica se creó para ver de qué manera mejorar el sistema previsional, y esa es una discusión que esta comisión de notables va a dar, aunque no sé en qué punto está».
El Presidente no avanzó en detalles. «Todos queremos que haya trabajo para nuestra gente, ¿y qué significa reformar? Organizarse mejor. Pero tiene que ser fruto del consenso de una mayoría de argentinos», dijo. «No hay una reforma laboral o del sistema previsional en el cajón, sino plantearse mejoras todos los días», señaló, sin dar más detalles. Por eso, agregó que «nada raro va a salir de un día para el otro».
Fuente: La Nación