Encontró un millonario faltante y un festival de horas extras que se pagaban y nadie cumplía. Cometió el error de denunciarlo en el Ministerio de Salud. Desde entonces sufre un calvario. Imposible que Juan José Esteban desconozca el caso.
Lucas Sorrentino
El caso de Marina del Valle Guanca sintetiza por qué todo funciona tan mal en la provincia: se premia a los que hacen las cosas mal y se castiga a los que tratan de enmendar los problemas.
Marina del Valle Guanca cometió el error de tratar de hacer las cosas bien: denunció importantes desmanejos en un hospital público y, desde ese día, que padece un calvario: una persecución inusitada, que no se podría llevar a cabo sin el permiso del Ministro Juan José Esteban.
La “Asociación de Trabajadores de la Administración Pública de Salta (ATAP)” fue la que hizo gestiones (hasta ahora en vano) denunciando la situación.
El gremio detalla cómo fue que comenzó el calvario. El inicio tiene que ver con un nombramiento. El 20 de abril de este año fue designada Gerente Administrativa del Hospital “Dr. Oscar H. Costas” de Joaquín V. González, a partir del 01/05/2022 según Memorándum N° 07/2022. La profesional médica, quien previamente también había desempeñado el cargo de Gerente Administrativa del Hospital de Nazareno desde el 1 de junio de 2021, renunció entonces a Nazareno para irse al otro nosocomio. Hasta ahí, todo normal. Pero antes de tomar posesión del cargo en el Hospital de J. V. González, la Secretaria de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud de la Provincia, Georgina Marcela Tula, le advierte que, “no sabe con qué se puede encontrar”, dado que esa Gerencia estaba vacante desde hace mucho tiempo.
Algo sabía Tula. Porque ya en sus funciones, Marina analizó los ingresos y egresos de fondos, además del extracto bancario, a fin de determinar el saldo real a esa fecha. De ese análisis surge un faltante real de más de $ 4.000.000. Marina, además, también hizo un análisis de las horas guardias que se pagaban mensualmente, siendo el área Personal, un Sector dependiente de la Gerencia a su cargo, por lo que también estaba dentro de sus facultades. Del análisis de estas horas guardias también surgieron irregularidades como ser:
- a) exceso en el pago de horas guardias activas al Gerente General, Gerente de Atención a las Personas y Gerente Sanitario, 240 horas a cada uno, pese a que la leyt establece el tope de 30 horas semanales por agente para realizar horas guardias.
- b) también se observó que se informaban 360 horas guardias activas del Servicio de Odontología, que por Resolución 1.347/17 Anexo VII, el tope para Odontología es de 120 horas guardias activas.
- c) Dentro de las 360 horas guardias activas informadas, 60 corresponden a una Profesional Odontóloga de la cual no existe registro alguno en el Reloj Biométrico, además de tener su horario de planta en el Hospital de Morillo (según el Sistema de Administración de Recursos Humanos).
Estas son entre otras tantas irregularidades detectadas en el análisis de Marina del Valle Guanca.
El 16 de mayo tuvo una conversación con Tula, en la cual le informó en forma verbal todas las irregularidades detectadas hasta ese momento, y le consultó si contaba con el apoyo del Ministerio de Salud para elevar a través de informes lo detectado, a lo que ella le respondió: «¡¡¡Por supuesto Marina!!!… fuiste para eso, volvés a J. V. González termina esos informes y los presentás lo antes posible en el Ministerio».
Además, en esa conversación le dijo: «antes vas a tener que hablar con el Gerente General y darle una copia de tus informes»
Marina regresó al Hospital y terminó esos informes. El jueves 19 de mayo le mandó un whatssap al Gerente General, diciéndole que necesitaba hablar con él, que luego de algunas horas junto a las otras dos Gerentes van hacia la casa que funcionaba como oficina y donde se encontraba Marina Guanca. Además, le solicitó a Mirian Toledo, personal contratada que también esté en esa reunión, ya que era una de las firmantes en el Banco, siendo esto otra seria irregularidad, primero por su condición de personal contratado y segundo porque no existe instrumento legal emitido por el Ministerio de Salud Pública, que le confiera esta atribución, por lo que se desconoce cómo llega esta agente a ser firmante de la cuenta bancaria (podía generar y aprobar transferencias bancarias). Estando todas las personas mencionadas anteriormente, procede a exponer las irregularidades detectadas y les informa que las mismas serán elevadas a través de informes al Ministerio de Salud el día posterior.
Los otros tres, ni lerdos ni perezosos, fueron a la mañana siguiente a primera hora, antes de que llegara el informe, para reunirse con el Ministro Esteban. Luego armaron una conferencia de prensa, presentaron sus renuncias y denunciaron a Marina Guanca en los medios.
El lunes 23 de mayo Marina Guanca escucha en una entrevista de un medio local al Dr. Acuña, Gerente General del Hospital, acusando a Marina Guanca, que se había robado documentación del hospital y dinero. Ante ésta situación decide postear una publicación en Facebook donde relata todas las irregularidades detectadas y plasmadas a través de informes presentados en la Secretaría de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud.
Los trapitos al sol molestaron a Tula. Le mandó un WhatsApp: “Por supuesto Marina que uno sabe de tu trabajo. Que hay que normalizar todo ese descontrol. Que tu trabajo es correcto, pero no debe ser así. Esa forma de expresarse por las redes no es el medio”. Luego sigue: “Tu informe ya lo está analizando el ministro. Las medidas se tienen que tomar previas auditorías de los órganos competentes de la provincia”.
Aunque Tula había felicitado a Guanca, el Ministerio nunca apoyó la realización de una auditoría.
Guanca decidió renunciar el 1 de junio: no podía volver a su trabajo porque los tres médicos denunciados, que habían presentado su renuncia «indeclinable» todavía estaban en el lugar.
Marina Guanca terminó, como castigo, en un centro de salud.
Primero la desafectaron de la Gerencia Administrativa del Hospital de J.V. González, luego la trasladaron irregularmente al Centro de Salud N° 60 de Barrio El Mirador de esta Ciudad. Ya desempeñando sus tareas laborales en ese lugar, los actos puntuales de persecución continúan. Así, la amenazaron que, si no iba a notificarse por cuenta propia del Instrumento Legal mencionado, iban a mandar a notificarla por cédula. Además, según el gremio,. Diego Batallanos, personal contratado, que se desempeña en Recursos Humanos del Hospital Papa Francisco, constantemente ejerce violencia laboral hacia su persona, así, por ejemplo: le devuelve o hace rehacer papeles autorizados previamente por su Jefa, la señora Gladys Gómez, porque según él están mal, ocasionando esto no sólo un perjuicio hacia su persona, sino esencialmente para el personal que debe regresar al servicio para cambiar por ejemplo un formulario de licencia.
El gremio deduce o estima que este “señor” recibe órdenes de sus superiores, llámese del Gerente General Dr. Daniel Mamaní o del Director Administrativo Contable, Cr. César Dib, quien hizo una reunión con el personal de Recursos Humanos y los amenazó deliberadamente, prohibiéndoles además que le brindaran cualquier tipo de información a Marina, siendo esto de su conocimiento por una conversación que tuvo con ex compañeros de oficina.
Desde que se sucedieron los hechos de corrupción denunciados la persecución institucional, violencia de género, etc, hacia su persona no han cesado, por el contrario, se han incrementado.
El mensaje del Team Esteban es claro: acá se protegen a los malos y se castigan a los buenos.