Una localidad. Setecientos cincuenta habitantes. Una enfermedad presente en alguna de sus cien formas. Un equipo médico. Una sospecha, estudios y el descubrimiento nada alentador de que más de la mitad de la población está enferma.
El Algarrobal, Pichanal, departamento Orán, Salta. Allí residen cerca de setecientos cincuenta argentinos mayores de 18 años de la etnia wichí. En octubre pasado fueron visitados por el equipo médico del Servicio de Reumatología del Hospital del Milagro para realizar un estudio que permita determinar la prevalencia de enfermedades reumáticas, particularmente de la artritis reumatoidea, en esa localidad.
Los resultados preliminares fueron concluyentes: la prevalencia de artritis en Argentina es de 1.2% y a nivel mundial alcanza el 1.4%. En El Algarrobal, la clínica observada por los profesionales de la medicina indican que se podrían triplicar o hasta cuadriplicar esos números, superando inclusive las estadísticas de los Quom en Santa Fé y de la población indígena de México.
“Hace unos dos años, recibimos una llamada de Córdoba en la que nos consultaban por qué una paciente wichí de El Algarrobal, con diagnóstico de artritis reumatoidea bastante avanzado, estaba siendo tratada en esa provincia y no en Salta. No supimos qué responder”, recuerda la jefa del Servicio de Reumatología del Hospital El Milagro, María Elena Crespo. Inmediatamente se puso en contacto con el médico de la comunidad para que evalúe la cantidad de pacientes que él suponía podían tener artritis. El doctor Juan Franco envió a Salta diez posibles casos; ocho tenían artritis reumatoidea.
Ése fue el comienzo de numerosos viajes de Emilio Buschiazzo, Vicente Juárez, Romina Rojas y Crespo -los cuatro médicos especializados en reumatología que trabajan en el viejo nosocomio de avenida Sarmiento- a Pichanal para entrevistarse con el médico de la zona, agentes sanitarios, el cacique y el pastor anglicano en el que los wichís confían.
“Con el aval del hospital, del comité de docencia y de los pueblos originarios, hace un mes participamos a toda la sociedad salteño-jujeña de reumatología, invitándolos a formar parte de la fase final del estudio. Se nos unieron residentes, rotantes y el reumatólogo Bernardo Pons -que participó de una investigación similar en la comunidad Qom-, que llegó con tres personas que tienen mucha practica en este tipo de encuestas, que tienen que ser bastantes concretas y perfectas”, detallaba Crespo a fines de octubre.
Con el objetivo de estimar la prevalencia de malestares músculo-esqueléticos y enfermedades reumáticas en la población originaria wichí de El Algarrobal, el equipo se instaló durante una semana en esa localidad y visitó la vivienda de 650 personas, lo que representa que el muestreo fue del 86,66 %.
“Nuestros médicos recorrieron el territorio realizando las encuestas, que sólo llevan el apellido de la familia, y en el caso de sospechar una posible enfermedad reumática, enviaban al paciente al centro de salud en donde le realizábamos radiografías y laboratorio”, explicó la jefa del Servicio, al tiempo que adelantó que si bien el entrecruzamiento de datos no permite aún presentar el informe con los números finales, luego de realizar los exámenes clínicos se encuentra en condiciones de afirmar que “la prevalencia de artritis es del 3.5% o 4% por 100 mil habitantes, es decir que triplica o cuadriplica a la población común”.
¿Y ahora?
La importancia de la investigación llevada adelante por el Servicio Reumatología del Hospital del Milagro no sólo radica en documentar y cuantificar una enfermedad, sino que, a partir de estos resultados, se abrirán dos grandes líneas de acción. La primera de ellas será la atención y asistencia médico sanitaria de las más de trescientos cincuenta personas que fueron diagnosticadas con algún tipo de reuma.
“Encaramos este trabajado con la idea de realizar un diagnóstico precoz de esta enfermedad. Pero nos dimos con que son muchísimos los casos existentes y necesitan atención. En este momento, por ejemplo, el doctor Franco nos está pidiendo metrotexaco y otras drogas específicas de artritis”, detalló Crespo.
El metotrexato es un medicamento que se utiliza para tratar casos avanzados de artritis reumatoidea y psoriasis y que provoca que el sistema inmunitario sea menos activo. De allí la necesidad de contar con esta droga una vez establecido el diagnóstico y, si bien es cierto que su costo no es elevadísimo, esto tendrá un impacto considerable en el ya diezmado presupuesto del Ministerio de Salud de la provincia, que sólo alcanza el 24 por ciento del total provincial.
De hecho, el estudio fue realizado con fondos privados. La Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) fue la principal aportante, seguida del Círculo Médico de Salta que abonó los 8 mil pesos que costaba la impresión de los cuestionarios para las encuestas, la nafta y la comida y de los mismos médicos que pusieron dinero de su bolsillo.
“Al bioquímico hay que pagarle porque el hospital público de Embarcación no tiene laboratorio ni reactivos y hasta estaba roto el aparato de rayos. El doctor nos hizo un buen precio porque toda la ayuda que nos dio la SAR se fue en pagar análisis y radiografías. Ahora hemos mandado todos esos recibos para poder gestionar nuevos fondos”, comentó la jefa del servicio.
Adelantó que gestionarán un segundo apoyo a la SAR, que tiene un plan que se llama CONUPRO (Comité de Nuevos Proyectos), que financia trabajos de investigación, además de buscar empresas, como en los primeros años, en que el banco HSBC les donó dinero.
La segunda línea de investigación, de acuerdo a lo explicado por Crespo, será determinar el por qué. “Tenemos por delante un trabajo muy grande porque debemos estudiar qué es lo que provoca que la prevalencia de esta enfermedad sea tan elevada en El Algarrobal”, aseguró la profesional.
A cada paciente que se le extrajo sangre y dio positivo para artritis se le realizarán estudios genéticos. Según explicó la especialista, la predisposición genética es el principal factor de riesgo, pudiendo aumentar hasta un 50 por ciento la posibilidad de desarrollarla, pero no es el único.
“Existen factores ambientales, como la contaminación del agua o del suelo o algún otro elemento toxico que está haciendo que estos pacientes estén predispuestos a tener más enfermedades reumáticas que la población en general”, sentenció la médica.
Aunque los estudios aún no certificaron nada, las cifras brindadas por la Jefa del Servicio de Reumatología encienden, cuando menos, una luz roja en lo que a salud pública se refiere ya que, una vez presentados los resultados oficialmente, el Estado deberá enfrentar la atención de una enfermedad crónica, en el mejor de los casos, y realizar análisis para determinar qué es lo que enferma a los salteños de ese paraje del Norte.
Cuatro para todos
El área de reumatología, que depende del programa de Clínica Médica del hospital Señor del Milagro, es el único servicio especializado en ésta área médica que funciona en un hospital público en la provincia.
Por semana, al menos, este equipo da asistencia a 80 personas y constituye el sector que más consultas tiene, después del sector de clínica médica. Integrado por cuatro especialistas más una reumatóloga que hace clínica médica, asiste a personas sin obra social de Capital y del interior de la provincia.
¿Qué es la artritis?
El término artritis significa literalmente inflamación de las articulaciones (artr = articulación, itis = inflamación)
Existen más de 100 tipos diferentes de artritis y enfermedades asociadas, entre las que se incluyen enfermedades que afectan los huesos, los músculos, las articulaciones y los tejidos que las sostienen.
La artritis provoca dolor y rigidez.
La artritis puede afectar a personas de cualquier edad.
La artritis afecta a uno de cada seis estadounidenses.
Los signos de advertencia de la artritis pueden incluir dolor, hinchazón (a veces), rigidez o dificultad para mover una articulación. Debe consultar a su médico si presenta estos síntomas durante dos o más semanas.
Existen diversos tratamientos que permiten reducir el dolor y la rigidez.