El presidente de la Auditoría General de la Provincia aseguró que “es muy difícil que una auditoria detecte que un ente esté muy bien”. Hizo foco en el trabajo del IPV. “No detectamos casos de corrupción”, expresó.

Carlos Salvatierra, presidente de la Auditoria General de la Provincia, explicó el trabajo que realiza el ente. La charla giró en torno a un tema candente y polémico como la adjudicación de viviendas del IPV. Al respecto, explicó que “se tomaron decisiones que no fueron las acertadas” y enfatizó: “No detectamos casos de corrupción”.

Ampliando el concepto agregó luego que “el sectorizar las entregas genera malestar en la gente”, y ejemplificó con la siguiente figura: “Si el estado compra autos para periodistas, los otros sectores van a querer el mismo beneficio. Aquí se hicieron casas para distintos sectores y creo que aquí estuvo el error, no en el tema de la transparencia”, subrayó. En este sentido destacó la predisposición del interventor del IPV, “que realizó algunos cambios para que el ente funcione mejor”.

Al amplificar su visión hacia otros entes del estado, Salvatierra dijo en FM Profesional que es “muy difícil” encontrar uno que funcione “muy bien”. Pero el discurso de Salvatierra tuvo también autocrítica. “Creo que debe cambiar es la propia Auditoría, ya que se califica con los términos de muy malo, malo y muy bueno y esto puede llevar a confusión”.

Salvatierra reconoció que la calificación intermedia es “malo”, entonces cuando la gente lee esta palabra piensa que la auditoria tuvo resultados nefastos. “Es un tema a resolver”, indicó.

Entre las cosas que se deberán cambiar está la ley de procedimientos, la que por lo general no se aplica. “Esto es un mal no de este Gobierno, viene desde hace tiempo y para eso nosotros indicamos que es lo que se debe hacer para mejorar el sistema”.