El presidente pidió acelerar el acuerdo Mercosur-Unión Europea. Dijo que la velocidad de la integración comercial entre los bloques “depende de la decisión de los países europeos”. Está en Bruselas, donde hoy se reunirá con funcionarios de la UE.
El presidente Mauricio Macri aterrizó ayer en Bruselas, tras una jornada de actividad oficial en París, y envió señales del cambio de rumbo en la política exterior argentina: “Estar relacionados con el mundo arranca sobre la base de construir redes, no de levantar paredes”, dijo a la prensa apenas bajó del avión. Y completó: “La velocidad de la integración entre el Mercosur y la Unión Europea, depende de la decisión de los países europeos”.
Desde la “capital” de la UE se celebra este giro en las relaciones con la Argentina. La ex presidenta Cristina Kirchner nunca vino a Bruselas, falló incluso a la cumbre que hace un año reunió en Bruselas a la mayoría de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y América Latina.
Macri será recibido hoy en el edificio Berlaymont –sede de la Comisión Europea- por la “canciller” del bloque, la italiana Federica Mogherini –que estará encantada de practicar su español-. Tras poco más de una hora de reunión hablarán ante la prensa.
A las 13:00 el presidente cruzará la Rue de la Loi hasta el edificio Justus Lipsius –entre camiones del Ejército belga y soldados con fusiles de asalto por las extremas medidas de seguridad- para la visita al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, con quien tendrá un almuerzo de trabajo. Macri será recibido por la tarde por los reyes de los belgas Felipe y Matilde.
Las negociaciones para el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea son el plato fuerte de la visita. El intercambio de ofertas de mayo supuso un paso adelante pero dejó muchas dudas. La oferta europea es insuficiente a ojos de Mercosur porque excluye la mayor parte del comercio de cárnicos y lácteos.
El pasado 23 de junio, ambos bloques acordaron responder a esas dudas y prometieron acelerar las negociaciones durante el segundo semestre del año, por lo que la visita de Macri llega en el momento preciso para mostrar el interés argentino. El “Comité de Negociaciones Bi-Regional” se sentará de nuevo a la mesa en Bruselas en octubre. El intercambio de ofertas es el primero desde 2004 y las negociaciones se arrastran desde hace más de una década. El comunicado conjunto del 11 de mayo asegura que “ambos bloques siguen completamente comprometidos con la negociación a la vista de los importantes beneficios políticos y económicos que esperan del acuerdo”.
La UE apuesta por los acuerdos comerciales y Mercosur gana peso por las dificultades que atraviesan las negociaciones comerciales con Estados Unidos. La Comisión Europea calcula que el PBI conjunto de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay les convertiría en la quinta economía del planeta con un gran mercado de 250 millones de habitantes. Brasil, la prioridad europea por el tamaño de su mercado, fue en 2015 el décimo socio comercial de la UE. Más del 5% de la inversión extranjera directa europea va a Mercosur.
Bruselas también considera que el hecho de que el acuerdo pueda ser el primero que Mercosur firma con otro bloque dará a las empresas europeas un acceso privilegiado y ventajas competitivas con empresas de terceros países.
Los números de la Comisión Europea aseguran que ahora mismo el 85% de las exportaciones europeas a Mercosur pagan aranceles (entre 20% y 35% para maquinaria, entre 23% y 35% para autos o entre 20% y 35% para cerveza y otras bebidas alcohólicas). El acuerdo, confía el bloque europeo, podría eliminar o reducir esos aranceles.
El shock producido en la Unión Europea por el referéndum que pone al Reino Unido a las puertas de su salida del bloque, generó preocupación en todas las instituciones. También en la Dirección General de Comercio. Una fuente interna explica que la salida británica influirá en el futuro en las relaciones comerciales de la UE con el resto del mundo: “Londres tiene una tradición de libre comercio que compensaba la tradición más proteccionista francesa. Ahora todo se va a complicar”. Las relaciones entre la UE y Argentina llegaron a su peor momento tras la nacionalización en 2012 de las acciones que la española Repsol tenía en YPF.
Fuente: Clarín