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Mabel Frossasco: «Una editorial no es una imprenta»

En Salta surgió la editorial ARU. En esta entrevista, su directora cuanta de los desafíos de publicar libros en la provincia y de los objetivos trazados por la editorial. 

LS.

Mabel Frossasco nació en San Francisco, Córdoba, un 3 de diciembre. Reside en Salta desde 1984. Docente, escritora  y editora. Participó en antologías provinciales, nacionales e internacionales. Publicó Historias desencontradas y Palabras para nadie. Forma parte del grupo Con voz de mujer y de la Sociedad argentina de escritores, filial Salta.

Desde hace un año creó la editorial ARU, que ya ha publicado a varios escritores locales. Aru es una palabra de origen aimara, que significa palabra, conversar, que es lo que hacen los escritores, conversar con los lectores. 

Pregunta: ¿Cómo surge la idea de hacer esta editorial?

Mabel Frossasco: Hace unos años tuve con unos amigos un proyecto de una editorial que quedó trunco, que era Sinergyum. Y a mí siempre me quedó dando vuelta la idea esa de hacer una editorial y de dar un verdadero servicio de Editorial, que no fuera sólo una imprenta; es más, yo siempre en broma decía que yo iba a ser la Carmen Balcells de Salta (que era la gente literaria de Vargas Llosa y de García Márquez y de varios otros grosos) entonces hará un año más o menos le estaba corrigiendo a un amigo un libro y bueno, nos pusimos a charlar y lo comento en casa y me dice mi marido por que no averiguar qué hace falta para una editorial.

P: Qué libros tiene publicados ya y qué libros son los que se vienen?

MF: Bueno, ya tengo más de 20 libros publicados.  El último que hice ahora se lo acaban de llevar a Uruguay, es de un autor uruguayo que se llama Emilio Soto Espíndola.  A él le hice su libro y está contento, así que vamos bien. Se vienen varios más, muchos quieren presentar en el Abril Cultural. Entonces por ejemplo tengo uno que se llama El Perpetrador de olvidos, que es de Mauro Martina.

Tengo otros de Cecilia Barba, otro de Mónico Ovejero, uno más de Fabiola y voy a sacar el mío porque la verdad todo este tiempo que me estuve dedicando a la editoral, me había quedado un poco atrás como escritora, así que voy a publicar un libro que se llama “24 cuentos antes de partir”, le iba a poner “antes de morir”, pero como tuve varios encontronazos con la señora de negro, dije mejor antes de partir.

Esos son algunos de los libros que hice y que tengo para hacer.

Hay uno que va a salir también de un autor de Güemes, que se llama Cosecha de las musas. Hay otros que hice porque son más de de 20 los que ya tengo hechos, así que en un año he podido hacer bastante.

 P: ¿Cuál es el mayor desafío de armar una editorial?

MF: Creo que el desafío de armar la editorial es brindar el verdadero servicio de editorial que no es el de imprenta, sino el acompañar al autor. Acompañarlo en la corrección, en las sugerencias, en dar ideas… entonces acompañar también en los diseños interiores, en la elección de la de las tapas por ahí nos gusta algo que por ejemplo a veces no vende y eso también lo sea la idea está viendo todos. Nos gusta que nos lean y nos gusta vender también, eh, hacer también la promoción de los libros, la distribución y llevarlos a las librerías, que se los conozcan los autores,todo ese trabajo que a mí me gusta hacer entra dentro del trabajo editorial.

Otro de los problemas que tenemos las editoriales del Interior es que no nos reciben en las  librerías de cadena, como Jenny o Cúspide, así que eso también es un desafío que tenemos que ponernos todos los  editores del interior. Se está haciendo algo y si saliera la Ley del Libro alguna vez está contemplado eso; pero bueno, no sale y este se está peleando ahora, por ejemplo, la provincia está proponiendo varias cosas nos reunimos ya dos veces con la gente de la Secretaría de Cultura y hay varios propuestas varios proyectos para las editoriales y para las librerías, pero creo que sería importante porque muchos libros valiosos tenemos que llevarlo a las librerías que son de acá únicamente.

 P: ¿Cómo ves al campo literario salteño en este momento?

MF: Bueno, en cuanto al quehacer literario hay muchos grupos, hay muy buenos escritores y muy buenas escritoras, mucha gente joven muy buena. Con el grupo que tenemos con Mónica Ovejero y Cecilia Barba el año pasado hicimos  una antología de chicos entre 15 y 25 años y la calidad que tiene esa antología es espectacular; también están muchos que se van nucleando con la sociedad en la Sociedad Argentina de Escritores filial Salta, que es una institución con representación nacional y por ahí tenés varias ventajas al pertenecer. Siempre se habla de los poetas, pero hay muchos muchos narradores… hay  muchas mujeres… sobre todo cuando vamos a los encuentros de escritores se ven muchas mujeres incluso en las reuniones de editores y de Libreros somos más mujeres las que estamos dedicadas a esto la verdad en la última reunión había un único varón, el profesor Rafael Gutiérrez que les de la del editorial de la Unsa, así que todas las demás éramos mujeres.

 P: ¿Quiénes forman parte de ARU?

 MF: Aru es un microemprendimiento, digamos familiar porque mi hijo más chico se ocupa de toda esta parte de las redes y de los diseños. Él es el que aporta las ideas para los diseños de las tapas, los diseños interiores, como él estudia dirección de cine, entonces tiene otra mirada y él es el que el encargado de esta parte. Y mi marido, que es ingeniero, se encarga de armar los libros, los encuaderna. Y yo hago la parte de relaciones públicas, las correcciones. Hago la impresión después que Juan, que es mi hijo, me pase el libro maquetado y después hago la presentación. Hago la promoción siempre en el programa de Capítulo 1 (este año Capítulo 2) de Inés Brandán y Diego Tejerina: nos invitan cuando hay alguna presentación de libros, así que digamos que eso queda todo en familia.