Greenpeace denunció otro desmonte ilegal en una zona protegida por la ley de Bosques. Se trata de más de  1.300 hectáreas en la finca La Moraleja ubicada en Anta, una enorme finca que es propiedad de un español que había  sido vinculado al lavado de dinero del conservador Partido Popular de España.

La denuncia fue difundida por un parte de prensa en los últimas horas y a días de que en el Congreso de la Nación se organizaciones ambientales y diputados nacionales presentaran en el parlamento un proyecto para que la Secretaría de Ambiente de Nación, detenga los desmontes  ilegales en los bosques de la provincia de Salta.

Con respecto a lo que ocurre en la poderosa finca La Moraleja, Greempeace denunció que en los últimos 2 meses de este año se destruyeron en La Moraleja alrededor de 1300 hectáreas. La misma finca, ya había ejecutado desmontes ilegales en 2004, 2006 y 2007, y sin embargo no fue sancionada ni controlada por la Provincia. El área está considerada de alto valor de conservación, lindante con la Reserva de Pizarro, debería contar con protección propia de un espacio que debe amortiguar el impacto de las actividades humanas. Se encuentra en zona de transición Yungas-Chaco. “De acuerdo a la Ley nacional de Bosques, este predio está en categoría “Roja”, como se encuentran todas las áreas que representan sectores de alto valor de conservación, por su biodiversidad, y que no deberían ser afectadas. Pueden ser sometidos a usos como turismo, investigación científica, recolección de productos forestales no madereros, pero definitivamente no al desmonte”.  Explica Cruz.

La Moraleja se hizo muy famosa cuando se vinculo a su dueño español con las revelaciones que el año pasado sacudieron a España por la trama de corrupción que involucra a ex tesoreros del Partido Popular (PP) y sus conexiones con la Argentina. El ex tesorero del PP Ángel Sanchís, propietario y administrador de La Moraleja, estaba asociado con Luis Bárcenas, otro ex tesorero del PP que habría pagado sobresueldos a la cúpula del partido.

A fines de la década del 70, la adquisición de la finca La Moraleja generó sorpresa porque era una zona sin servicios ni desarrollo, y sólo contaba con la ruta provincial 5, cuya pavimentación significó un aporte decisivo para toda la región, hoy con producción sojera y ganadera. En sus orígenes llamaron la atención las medidas de vigilancia que se establecieron, inusuales para la zona, y no faltó quien pensara que los recursos provenían del narcotráfico, ya que uno de los primeros trabajos fue hacer una pista de aterrizaje. Los frecuentes viajes del entonces tesorero del PP Sanchís y de su hijo Ángel, radicado en Buenos Aires, justificaron la obra.