Un ex jefe comunal de Rosario de Lerma ya es noticia nacional.
Sushi, carteras, trajes, tragos, perfumes, frazadas, son solo una parte de la larga lista de gastos superfluos que se le adjudican al ex intendente Enrique Martínez durante su gestión al frente del municipio de Rosario de Lerma.
Todo comenzó a emerger cuando se analizaron minuciosamente las facturas y recibos relacionados con las operaciones financieras del ex intendente. Lo que se descubrió fue una serie de órdenes de pago sin la debida justificación, compras sin respaldo legal y un sinfín de irregularidades que apuntaban a un claro abuso de fondos municipales.
El modus operandi revelado es aún más perturbador: el ex jefe comunal utilizaba dinero de su propio bolsillo para realizar compras, pero luego presentaba las facturas al tesoro municipal y solicitaba el reembolso, desviando así los recursos públicos para beneficio propio.
Según supo InformateSalta, se destinaron fondos para la donación de equipamiento escolar, incluyendo un hidrolavador, una motosierra, 1500 bloques y otros elementos. Sin embargo, ninguno de estos artículos fue debidamente inventariado como corresponde a los bienes del municipio. Y los supuestos beneficiarios, nunca acusaron recibo.
Pero la corrupción no se detenía ahí. También se descubrió que se destinaron fondos para la compra de comestibles con la intención de donarlos a merenderos, pero en lugar de satisfacer necesidades esenciales, se descubrió que las compras incluían artículos de lujo como provoleta, butifarra, lomo de cerdo y otros productos gourmet. Mientras tanto, los comedores que realmente necesitaban apoyo recibían una escasa atención.
Entre los presuntos “cómplices” del entramado de corrupción, se incluye a la tesorera del municipio, quien aparentemente habría ignorado conscientemente la situación. No obstante, no se puede subestimar la ausencia de supervisión por parte del Concejo Deliberante, lo que sin duda facilitó la continuación del desfalco, que se estima ascendió solo en el año 2023 a más de 12 millones de pesos.
La familia sea unida
Además, se reveló que familiares cercanos del ex intendente se habrían beneficiado del desfalco, con contratos y pagos irregulares que apuntaban a una red de complicidad dentro del entorno del ex funcionario.
Incluso se supo que hasta el hijo de su secretaria también habría sido beneficiado, ya que, gracias al aporte de la municipalidad, pudo costear un costoso curso en un reconocido instituto de inglés de la capital salteña. ¡Good luck!
Pero no es el final…
Además, las investigaciones internas y las auditorías revelaron un hecho aún más indignante: el ex intendente facturó al municipio el costo de la hora de estacionamiento medido, que en ese momento ascendía a $150. Para empeorar las cosas, la camioneta utilizada no pertenecía al municipio, sino a su empresa privada.
Pero la lista de irregularidades no termina ahí. También se descubrió que realizó compras en línea utilizando el nombre del ejido municipal, pero en lugar de especificar la dirección del edificio comunal, indicó que los envíos se realizaran directamente a su domicilio particular en la ciudad capitalina.
Lo que viene, lo que viene…
En vista de todo ello, el municipio trabaja minuciosamente para reunir todos los elementos necesarios y avanzar en una denuncia formal ante la justicia, cuyo objetivo último es tratar de recuperar todo el dinero sustraído por el ex jefe comunal.