Cómo será la Superliga que se presentará el 21 de junio. Hasta ahora hay 20 clubes que confirmaron su aceptación, pero se espera que arranque con los 30 de la Primera División.
La Superliga, que será presentada en sociedad el 21 de este mes, tiene una zanahoria de peso: el dinero que recaudarían los clubes de la A y de la B Nacional, los dos que estarían bajo su órbita. Si se aprueba el nuevo campeonato, podrían embolsar por derechos de televisión tres veces más de lo que reciben ahora, licitando los derechos internacionales, los partidos de Primera y el streaming por Internet, algo así como la gallina de los huevos de oro a futuro. Para eso ya hay negociaciones con cadenas nacionales e internacionales y con el Gobierno, que tiene esos derechos hasta 2019. La idea es hacer una licitación conjunta hasta 2030, manteniendo la gratuidad por TV hasta 2019.
Ahora bien, ¿cómo se jugaría la Superliga? Más allá de que ahora tiene 20 clubes adeptos, se supone que arrancará con 30 equipos. La idea, de todos modos, es que sea un torneo de la A con 20 conjuntos y que se juegue de agosto a junio con partidos de ida y vuelta, y el fin de los promedios para el descenso. El proyecto establece, además, que haya un control financiero estricto de los clubes, con sanciones deportivas para quienes creen nueva deuda, según puede leerse en el dossier de 63 páginas que ya fue presentado ante el Comité Ejecutivo de la AFA y que tienen en su poder los clubes de la A y de la B Nacional.
El gran tema es cómo se llega a un campeonato de 20 equipos, lo cual es carne de debate y motivo de conflicto con la mayoría de los clubes. Por ahora, la posibilidad más concreta es que haya cuatro descensos y solo dos ascensos en las próximas cuatro temporadas para llegar a 2020 con 20 clubes en la máxima categoría y también en la B Nacional, categoría que también sería organizada por la Superliga. Bajo la órbita de la AFA quedarían los demás campeonatos de Ascenso y la Selección Argentina. La Superliga también estará a cargo de “determinar las fechas y horarios” de los partidos de la máxima categoría y de la B Nacional “y sus modificaciones”, tal como establece el artículo 3 del dossier.
Con un formato similar a los imperantes en países como España e Inglaterra, la Superliga tendrá un presidente, dos vices, un CEO y su organización no dependería de la AFA. El CEO será elegido después de un casting y no se descarta que sea extranjero. Con la Superliga se busca dotar al fútbol argentino de una mayor competitividad y, a la vez, generar una distribución de los recursos económicos más favorable para todos los clubes.
En principio, la máxima categoría recibiría alrededor de un 85% de los recursos que se generen en el fútbol. Este dinero se repartiría un 50% en partes iguales entre todos los clubes y el 50% restante en relación a un ranking confeccionado en base a títulos conseguidos, cantidad de socios, convocatoria de público y ratings televisivos. Los clubes chicos pelean por mejores condiciones en el reparto.
Sus principales impulsores son Angelici, D’Onofrio, Tinelli y Blanco. Y Moyano es el líder de la oposición al nuevo formato.
Fuente: Clarín