Macri rearma la estrategia y margina al ministro de Energía, Juan José Aranguren, de la organización de las audiencias públicas. Resolvió que la Jefatura de Gabinete se encargue de planificar los debates públicos.
Encerrado en una discusión que ya perdió, el Gobierno busca la forma de dejar atrás el debate público por las tarifas. Si bien se habló del fallo de la Corte Suprema que frenó el aumento del gas, Mauricio Macri se reunió con parte de su mesa chica para replantear la estrategia futura con eje en las audiencias.
La conclusión del encuentro fue que en las audiencias públicas -el 12 de septiembre se desarrollará la del gas y esa misma semana la de la luz- el Gobierno deberá mostrar una «solidez absoluta». Y para encarar esta etapa, el jefe del Estado le confió la organización y la táctica a la Jefatura de Gabinete, a cargo de Marcos Peña, pero en particular de sus vicejefes, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.
Aunque lo sostenga públicamente, el Presidente corrió de ese punto al ministro de Energía, Juan José Aranguren , cuestionado por los traspiés que tuvo el Gobierno. El enojo por el duro revés que le infligió la resolución del máximo tribunal ya quedó atrás, según relataron a LA NACION dos personas que lo trataron ayer en la quinta presidencial de Olivos, donde el mandatario pasó todo el día.
En el encuentro del que participaron la vicepresidenta Gabriela Michetti; el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; Quintana, y Lopetegui, el Presidente les pidió que ajusten todos los detalles. Según pudo saber LA NACION, Macri les solicitó «tener muchísimo cuidado» para que «nunca más se cometan errores de ese tipo». El mandatario no quiere que aparezca ni una sola factura fuera del marco regulatorio que finalmente se apruebe.
«Fue una buena reunión. Trabajamos sobre el nuevo marco legal que dejó el fallo de la Corte, pero no nos quedamos en el pasado. Macri dio vuelta la página», confiaron testigos del encuentro.
En medio de las objeciones internas y externas por la implementación de los incrementos de los servicios públicos, llamó la atención la ausencia de Aranguren. «Los viernes tiene reunión de gabinete en el ministerio. Lo vio a Macri tres veces ayer [por anteayer]. El Presidente lo respalda», justificaron cerca del ex presidente de la petrolera Shell.
Otro de los temas que se analizaron tiene que ver con la agenda futura. Después de varias semanas negativas por el tema tarifas, el Gobierno aspira a que la determinación de avanzar con las audiencias públicas empiece a dejar atrás ese debate. Incluso, la administración Macri realizará anuncios en los próximos días de carácter social y de comienzo de obra pública para acelerar ese proceso.
«Vamos a poner el eje en la campaña de obras, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. También vamos a reforzar el discurso de que estamos bajando la inflación», dijeron fuentes oficiales.
El jefe del Estado mantuvo ayer silencio sobre la resolución adversa del máximo tribunal, al igual que anteayer. Después de recibir a la mesa chica, Macri estuvo con un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), quienes, con una iniciativa para ahorrar consumo energético en equipos de aire acondicionado, ganaron días atrás el certamen internacional Climate Colab, organizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Además, el Presidente llamó por teléfono a Pedro Ibarra, capitán de la selección argentina de hockey sobre césped, más conocida como los Leones, para felicitar al equipo que logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Hoy, en tanto, Macri volverá al conurbano bonaerense, donde participará de un timbreo y hablará con los vecinos.
Fuente: La Nación