Se dio a conocer la investigación del SINCA sobre la perspectiva de género en el sector cultural, analizada desde la óptica del acceso, el consumo, la participación cultural y el mercado laboral (el empleo del sector y sus profesiones)

El informe constituye un avance de la investigación sobre la perspectiva de género en el sector cultural, analizada desde la óptica del acceso, el consumo y la participación cultural por un lado; y del mercado laboral, el empleo del sector cultural y las profesiones culturales por otro.

 

La igualdad de acceso y participación a la cultura entre hombres y mujeres es uno de los desafíos reconocidos por la UNESCO para combatir estereotipos negativos y limitaciones en la libertad de expresión. Las relaciones de género juegan un rol sumamente importante en la transmisión de conocimientos asociados a la producción cultural y al fomento de expresiones de creatividad.

Según datos relevados por la Secretaría de Cultura de la Nación (ex Ministerio), hombres y mujeres tienen similar participación o nivel de consumo en varios rubros y consumos culturales. Sin embargo, en algunos consumos específicos se observan diferencias dignas de atención: las mujeres participan en talleres de arte, leen y van más al teatro que los hombres; pero juegan menos a los videojuegos, por ejemplo. Y si bien ellas participan en organizaciones comunitarias y culturales tanto como ellos, ocupan menos lugares jerárquicos.

En cuanto a su participación en el mercado de trabajo, en la economía en general, la relación mujer-varón es de 40% – 60% a favor de ellos, pero en las ocupaciones culturales la participación femenina es un poco menor. Y con respecto al ingreso, en el sector cultural la brecha entre varones y mujeres asciende al 28% en favor de los primeros. Sin embargo, en las ocupaciones culturales esa diferencia baja al 9%.

De todos los lectores de libros en la Argentina, el 60% son mujeres. Además, ellas participan más en otros ámbitos relacionados con la lectura, como las bibliotecas populares: 7 de cada 10 personas que participan en bibliotecas populares son mujeres.