Venían escrachando al dueño del local (en la misma puerta del lugar) por maltrato y acoso laboral.

Mujeres que fueron despedidas del Resto del Museo de Alta Montaña venían realizando una protesta en reclamo de indemnizaciones y acoso laboral todos los miércoles.
Valentina Martínez contó la experiencia de varias compañeras que atravesaron situaciones de maltrato y acoso laboral. Entre las denuncias, Martínez especificó que muchos empleados se encontraban en una posición laboral precaria, había una falta de cumplimiento de horario y trabajo, eran contratados para cumplir una función y debían cubrir otros sectores del comercio, entre otras situaciones.
El problema es que ahora quien regentea el bar, Ricardi Iacuzzi, les metió una perimetral: los y las manifestantes no podrían acercarse a 200 metros de Iacuzzi. Es decir, ya no podrán protestar.