Es el único candidato del que nadie espera nada. Y aun así logra decepcionarnos.

“Yo trato de llegar a la gente con un mensaje limpio, no con bolsones”, dijo Vitín Lamberto. Al precandidato a intendente esa frase le debe haber parecido el súmmum de la honestidad, especialmente cuando esa frase ocupó el titular de la nota publicada por El Tribuno.
Quizá no sea hipocresía, sino, simplemente, un problema serio de memoria. Porque el mismo precandidato a intendente convoca en sus redes a un acto de cierre de campaña y promete sortear todo tipo de electrodomésticos. ¿No nos creen? Miren:

Bueno, los calefones eléctricos, las heladeras, las cocinas y los placards no son bolsones, pero la idea de comprar los votos está.
Hay que desconfiar de quienes se catalogan de renovación, y no hacen más de replicar lo peor del pasado.