“La Universidad es un mecanismo genuino de redistribución de ingresos”

 

Jorge Paz profesor e investigador de la UNSa habló sobre el reciente informe difundido donde analiza las condiciones de vida de los y las estudiantes de esta institución. 

Andrea Sztychmasjter

Jorge Paz es Licenciado en Economía y Doctor en Demografía, desde el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) vienen realizando diferentes estudios e informes sobre la situación de la pobreza en Salta y particularmente sobre las condiciones de vida de las y los estudiantes de la UNSa.

Tal es el caso de la presentación de su último informe titulado “Ingresos familiares, pobreza y condiciones de vida de estudiantes universitarios en la provincia de Salta”. Allí se analizaron algunas consideraciones en torno a la condición socio-económica de las y los estudiantes que están presentes en el nivel superior en Salta.

Al respecto de cómo surgió realizar el informe, Paz comentó: “El trabajo sobre la condición socioeconómica de los estudiantes de la Universidad ha surgido como una respuesta a lo que se había planteado desde el gobierno nacional, respecto a que a las universidades públicas van las personas de clase alta, que van los ricos, dijeron concretamente y que la idea que está implícita en esa afirmación es de que en realidad la sociedad está financiando la educación de esos sectores que bien podrían pagarse un arancel; ese es el mensaje que está por detrás de esas afirmaciones”, manifestó.

El economista afirmó que esta mirada y este cuestionamiento a las Universidades públicas “es muy antigua en la literatura económica, viene de los años 90, que en ese momento el Banco Mundial había insistido sobre esta idea que plantea: ¿a quién tenemos que financiar? ¿a la institución? o en este caso a la universidad ¿tenemos que darle la plata? o ¿tenemos que financiar la demanda como se decía en ese momento? ¿Habría que financiar lo que se llama la demanda que es darle dinero a los estudiantes en forma de becas y que paguen un arancel. ¿O financiar la institución, que es lo que hay ahora en la Argentina, o financiar a las personas?. Esa era la discusión que ya había surgido en esa década”.

En ese sentido, Paz recordó que en realidad a lo que se refirió el presidente concretamente cuando dijo que a la universidad vienen gente de clase alta, lo que está diciendo es que él lo que quiere es dejar de financiar la universidad.

“Yo trabajo hace mucho tiempo en la universidad, hace décadas que trabajo acá en la universidad pública y no es lo que me parecía que pasaba en la universidad lo que él decía. O sea, mis alumnos no son gente rica. Entonces, me fui a buscar en los datos a ver qué dicen los datos acerca de eso que yo percibo como profesor de universidad pública. Buena parte de los estudiantes son de sectores muy vulnerables y una parte, no menos importante, de una clase media con escasos recursos económicos. O sea, hacen mucho sacrificio para venir a la universidad. Muchos de ellos trabajan. Así que el esfuerzo es potenciado”, refirió el profesor.

El informe concretamente evidenció que más del 75% de los estudiantes de la UNSa son primera generación de estudiantes universitarios puesto que se analizó el nivel educativo de padres y madres a través de los datos vertidos en la Encuesta Permanente de Hogares – Total urbano (EPH-TU), del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), donde se analizó los datos del tercer trimestre de 2023.

El equipo del IELDE constituyó una tabla donde muestra la distribución de la población joven que asiste a instituciones de educación superior clasificada según el nivel educativo de sus progenitores. También se tuvo en cuenta el lugar de residencia del alumnado juvenil de nivel superior.

Según el cuadro, en el sistema público de la provincia: el 7,5%, tiene padres y madres que registran una primaria incompleta; un 31,3%, tiene primaria completa; un 38,6%, tiene secundario completo; y un 22,6 %, con el nivel superior completo. Lo que evidencia que el 77,4% de los estudiantes que asisten a la Universidad Nacional de Salta, representarían estudiantes de primera generación en asistir a la Universidad Pública. Mientras que, en el sistema privado, ese número desciende a 65,2%.

El economista refirió que de los datos del INDEC surge que más del 50% de los y las estudiantes de esta Universidad provienen de hogares que están con ingresos por debajo de la línea de pobreza, que no solo son vulnerables, sino que son pobres.

“Hay chicos que vienen de hogares pobres, con ingresos escasísimos, donde no alcanza para cubrir las necesidades básicas. Buena parte de esos chicos trabajan. También nos dio que el 75% de esos chicos son primera generación de universitarios, es decir, que sus padres no llegaron a la educación, ninguno de esos padres llegó a la educación universitaria. Muchos de ellos son la primera generación de estudiantes secundarios. O sea, los padres tienen nivel primario o menos”, referenció el investigador.

Bajo estos datos Jorge Paz reflejó que la Universidad se presenta como un mecanismo sumamente importante de movilidad social: “La Universidad es un mecanismo genuino de redistribución de ingresos. Aunque a muchos individuos les gusta decir que los programas de protección social fomentan la inactividad, o que la gente que recibe planes no quiere trabajar. El otro mecanismo es darle alguna herramienta a la población para que puedan acceder a puestos de trabajo, para que puedan acceder a empleo, y ahí está la educación, y está la educación universitaria. Es decir que nosotros estamos apuntalando, potenciando las capacidades de esos chicos para que puedan insertarse en el mercado laboral, que puedan tener empleo decente, que puedan conseguir ingresos que les permitan vivir mejor de lo que vivieron sus padres. Entonces, bueno, eso es lo que hicimos. Y aparte de eso, conectamos también con datos de pobreza estructural, con datos de cómo son las viviendas en las que viven. Y nos da que hay un alto porcentaje de estudiantes que viven en condiciones de pobreza por necesidades básicas insatisfechas, características malas de la vivienda, hacinamiento, falta de baño, falta de cloacas, falta de acceso al agua. O sea, los chicos verdaderamente están en situación de carencias complicadas. Y nosotros lo que estamos haciendo en la Universidad, es darle un servicio, una herramienta para que ellos puedan mejorar su condición de vida”.