La noticia que sindica al ex DT de San Martín del Tucumán, Carlos Roldan, involucrado en la trata de personas; revivió la historia de María Jesús Rivero, la oranense que fue pareja de la “Chancha” Ale y está detenida en la cárcel de Guemes.

La noticia fue publicada ayer por el diario La Gaceta de Tucumán. La misma indica que un testigo con identidad reservada declaró que el DT era la persona encargada de ubicar a las víctimas de trata en la provincia de Catamarca. Roldan, como muchos otros, está sospechado de ser parte del engranaje delictivo que monto el “Clan Ale” en la vecina provincia.

A partir de ella, el portal Revista Norte de Orán publicó un detallado recorrido de la vida de María Jesús Rivero quien justamente es oriunda de la ciudad norteña. Al respecto, la publicación que conduce la periodista Silvana Brezzina enfatizo que Rivero, alias “La Jesús”, “se transformó en la primera mujer en ser miembro del Comité Ejecutivo de AFA en septiembre de 2008” y que nunca había soñado “que volvería a su Salta natal para ocupar una celda, donde está ahora acusada de haber liderado una asociación ilícita que, entre otros delitos, se dedicaba al lavado de activos.

La nota en cuestión recuerda que cuando el juez federal N°2, Fernando Poviña, pidió que ella, su ex pareja Rubén “La Chancha” Ale, su ex cuñado Ángel “El Mono” Ale y otras 13 personas sean enjuiciados redactó entre sus argumentos lo siguiente: “hay indicios que indicarían que la remisería Cinco Estrellas [de la que Rivero era dueña al menos en los papeles] permitía realizar los traslados de personas víctimas de trata y, así también simulaba realizar un negocio lícito que servía de telón ideal para ingresar al sistema legal dinero espurio. Vale decir, indicios que fortifican el vínculo entre la explotación sexual de mujeres y los integrantes de la sociedad delictiva Rubén Eduardo Ale y María Jesús Rivero, verdaderos titulares de la remisería Cinco Estrellas”.

No es la primera vez que la salteña quedó ligada en una causa de trata. En el juicio por la desaparición de Marita Verón fue absuelta, pero Susana Trimarco, la madre de la joven desaparecida llevó el caso a la Justicia Federal al realizar una denuncia en la Unidad de Investigación Financiera.

En esa presentación, según Revista Norte, el juez aseguró que Rivero era pieza clave del grupo que manejaban los Ale. La teoría era que Daniela Milhein (condenada dos veces por delitos de trata) reclutaba víctimas y María Jesús las ubicaba en los prostíbulos de La Rioja, Catamarca e incluso de Salta usando la remisería como estructura encargada de “mover” a las jóvenes y para “lavar” los fondos que generaban con esa actividad ilegal.

“Fui la dueña durante 10 años. La apertura de la empresa fue en 1995 y la cedí a Rubén Ale entre 2005 y 2006”, reconoció Rivero cuando declaró en Tribunales. La UIF confirmó que la razón social fue cambiada en 2010 y en ese momento figuraron como titulares Ángel Adolfo Ale (hijo de Rivero y Ale) y María Florencia Cuño (actual pareja de “La Chancha”). Sin embargo, el joven, en sede judicial, declaró que “no planificó ningún futuro con la empresa porque tuvo una actividad nula en la sociedad”.

Gol en contra

A la hora de reconstruir la historia de “La Jesús”, Revista Norte rememora que fue “vicepresidenta del club durante gran parte de la gestión de “La Chancha” que comenzó en 2006 y terminó abruptamente en 2011, cuando los “cirujas” -en un movimiento conocido como Los Autoconvocados- dejaron de ir al estadio para exigir que abandonaran la entidad. Los hinchas, en un principio, le temían a Rivero, pero después comenzaron a reprobarla. Esa ruptura se produjo cuando ella, en un programa de radio, los catalogó como “hinchas del éxito”.

La Justicia sospecha que San Martín era otra de las estructuras que utilizó el “Clan Ale” para lavar activos. Y varios miembros de la organización ocuparon puestos clave. Además de Ale y Rivero, Roberto Dilascio – por esos entonces pareja de la acusada- aparecía como el presidente de la Gerenciadora del NOA [la figura legal con la que la “Chancha” Ale y Rivero administraron el Club San Martín de Tucumán], Fabián González, el tesorero y Alberto Suárez, vocal.

En la misma entrevista que realizó el periodista Pablo Pisani para “Olé”, “La Jesús” ofreció datos sobre algo que no se conocía mucho: ¿cuál era la verdadera función en la entidad de La Ciudadela: “Con el padre de mi hijo, hoy presidente del club (Rubén Ale), empezamos a hacer una operación salvataje porque San Martín estaba en bancarrota. Había un déficit considerable y estaba a punto de caer en quiebra. Con una cesación de pagos muy importante que ha generado deudas postconcursales, el fútbol estaba venido a menos. Hicimos el aporte económico necesario y buscamos a personas con experiencia en el fútbol para no equivocar el camino”. La Justicia nunca tuvo en cuenta esta declaración para determinar el origen y el monto total del dinero que dijo haber colocado en el club.

En la parte final del artículo, Revista Norte recuerda que la “Jesús” está encerrada en Güemes, Salta. Allí espera ansiosa ser enjuiciada. Su abogado, Carlos Varela Soria, explicó que no se encuentra bien anímicamente porque lleva dos años en prisión y porque cree que toda la causa es una injusticia.