Ayer sufrió una dura manifestación esta agrupación radical, que en su momento apoyó la reelección de Víctor Claros y que desde hace una semana no respalda a los estudiantes que tomaron el rectorado.
A todos se les estaba haciendo demasiado raro el silencio cómplice que Franja Morada sostenía sobre el conflicto entre la Facultad de Humanidades y el Rectorado, teniendo en cuenta especialmente que la presidencia del Centro de Estudiantes de esa facultad está en manos de Franja Morada.
Quizá por eso, lo que pasó ayer fue tan predecible como inevitable.
En Fm Capital, la presidenta del CUEH, Lourdes Gómez Cervera, aseguró que hubo una “violenta manifestación” al término de la Asamblea que se realizaba en torno a la situación de la resolución 340 que derivó en la toma del rectorado.
Los chicos al parecer también trataron de tomar el Centro de estudiantes y hasta intentaron llevarse los libros de Actas.
“Nos increparon cerca de 30 personas que responden al sector kirchnerista, estudiantes de Filosofía y Antropología. Esta situación se da básicamente por la posición política que se tomó en esta toma. Creemos que los estudiantes están siendo presos de una interna peronista entre la decana de la Facultad de Humanidades y el Rector Claros. Nosotros no estamos de acuerdo con eso que piden ‘queremos la cabeza de Claros’, y por eso ocurre esta situación violenta, porque tenemos una posición divergente a la de ellos, al movimiento que lidera esta toma que es el Frente Independiente”, dijo Lourdes.
Después, la dirigente franjista dijo que “sí apoyamos la toma, estuvimos desde un principio de acuerdo con las reivindicaciones estudiantiles y contra las medidas de ajuste del gobierno nacional, pero no estamos de acuerdo con que se oculte la información a los estudiantes, siendo que este problema es entre Claros y Fortuny”.
La violencia está de más. Dentro de tres semanas o cuatro los estudiantes podrán ir a las urnas y elegir una nueva agrupación que ocupe el Centro de Estudiantes. Podrán elegir entre las que respaldan a los alumnos o la que se quedó callada.