Según un informe de UNICEF, el 30 % de los chicos argentinos entre 0 y 17 años son pobres. Los índices son aun superiores en el Norte Grande, región que incluye a nuestra provincia.

La información llevó al portal Región Norte Grande a editorializar al respecto recordando, además, que la metodología multidimensional empleada cruzo «28 indicadores de privación”, que tienen en cuenta desde la nutrición de los niños hasta factores de su seguridad personal, como la exposición a la violencia. «Esta nueva medición detecta carencias materiales y emocionales que impiden el desarrollo integral de los chicos”. En el informe sobre Argentina se destaca que «las privaciones en información (acceso a internet, TV, teléfono fijo y móvil, computadora), protección contra la violencia doméstica, salud y el tiempo para jugar son las de mayor relevancia”, enfatizó el organismo internacional.

Esa novedosa manera de medir la pobreza por UNICEF, reveló cifras que deben preocupar: el 30% de los chicos argentinos de entre 0 y 17 años es pobre, y un 8,4% es extremadamente pobre. Cabe aclarar que el estudio se refiere a la situación existente el año pasado. El informe, además, confirma la prevalencia de la pobreza en algunas regiones por sobre otras. El Norte Grande argentino (NOA y NEA) tiene proporcionalmente muchos más chicos pobres que la Patagonia o la ciudad de Buenos Aires. Un niño del noroeste tiene 6,5 veces más posibilidades de ser pobre que uno de Capital, se infiere de los datos difundidos por UNICEF.

Otro dato relevante que arroja el estudio es la incidencia que tiene el nivel de educación de los padres. «Un chico con un padre sin la primaria terminada tiene 22 veces más probabilidad de ser pobre que un chico que reside en un hogar con nivel educativo más alto. Son características que los niños no eligen”, reflexiona Waisgrais.

Los datos tienen la importancia de configurar un diagnóstico diferente, considerando variables que habitualmente no se tienen demasiado en cuenta. Tomando este insumo y otros que derivan de mediciones como el de las Necesidades Básicas Insatisfechas o el Índice de Desarrollo Humano, las autoridades deberían elaborar una estrategia para atacar las causas de la pobreza.