Spoilers alert, en este clásico de la literatura y el cine Bastián debe primero abandonar el mundo real para adentrarse en el mundo fantástico, un mundo cargado de simbolismo, para no repetir eternamente la historia.
Quienes aún ejercemos el sentido crítico, este mundo «real» cargado de sin sentidos repite la historia y en él, Patrona C. de Gandulfo de ayer es Paulina Cocina hoy con una diferencia sustancial, Petrona se llamaba Petrona.
Por si no conocen la historia de «Doña Petrona» les cuento, era una señora oriunda de Santiago del Estero que llega a Buenos Aires y encuentra trabajo en la Compañía primitiva de gas para que las mujeres dejen las antiguas cocinas de querosen o leña y se adapten a los nuevos tiempos que corrían, sin tener mayor conocimiento de cocina que una receta que su mamá le enseñó de niña.
Así que el hecho de que cualquier persona con un poco de carisma se imponga ante quienes realmente saben no es nuevo y la cocina se presta muy fácilmente a esto. No me imagino al público aceptando a un reconocido jugador de squash dar concejos sobre mecánica aeronáutica. Pero una influencer puede cocinar frente a un celular una receta mal copiada de otro influencer sin que nadie se ponga colorado.
Ya vendrán tiempos mejores, en los que salgamos de la ilusión y la historia tenga un final feliz, mientras tanto seguiremos ejerciendo el oficio de cocinar con idoneidad, responsabilidad y respeto.
Gentileza del Árbol Pastas
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