La crisis económica nacional abarca a toda la política y gravita sobre los ánimos de votantes que tienen más ganas de castigar que de elegir en las PASO de agosto. En Salta han comenzado a escasear los recursos y un gabinete herido de muerte ofrece más problemas que soluciones. En la Capital Bettina se rindió ante Sáenz y busca apoyo para eludir denuncias.
(NdR)
El clima electoral no logra superar a las temperaturas del invierno. Por el contrario, la crisis económica calienta los ánimos del ciudadano que recibe a diario noticias vinculadas con la suba del dólar, de los precios y de las tarifas. Por afectar el bolsillo de todos los sectores, el problema político es transversal y no distingue entre Nación, provincias ni municipios.
Las primeras definiciones que se producirán el 13 de Agosto con las PASO no parecen modificar la íntima sensación de muchos argentinos de que las complicaciones para las economías domésticas tendrán agravamiento y serán terreno fértil para las quejas sociales.
Poco los interesa quienes son los candidatos, si les esconden los datos de la inflación, o si quieren venderles que la suba del dólar no equivale a suba de precios. Les duele ir al supermercado o al almacén del barrio. Quieren castigar y los extremos de la grieta temen que al final Javier Milei se lleve el apoyo.
También han comenzado a retacearse las remesas de Nación a las provincias por la necesidad de cerrar los acuerdos y cumplir con los pagos al Fondo Monetario Internacional. Algunos de los anuncios expandidos en toda la geografía nacional quedarán en promesas.
Por eso ningún estudio de opinión logra sondear las intenciones de voto en ninguna parte y padecieron descrédito en las últimas elecciones provinciales de San Luis o Córdoba. Las estudios últimos insisten en que la grieta –que les paga- existe y el ballotage tendrá a Sergio Massa y Patricia Bullrich como los finalistas.
Argentina se ha vuelto un país imprevisible hasta para el gran negocio que fueron las encuestas en tiempos electorales.
Sáenz casi solo
El regreso del gobernador se produjo en medio de algunos escenarios conflictivos que sólo él puede resolver. Cada vez que se ausenta advierte que las internas de su gabinete ni siquiera se resuelven con medidas concretas. Por el contrario, todos esperan que el decida hasta en las minucias.
El atraso en el pago a las contratistas de la obra pública que ha comenzado a paralizarse y la falta de presupuesto de los intendentes para afrontar el último bono otorgado a los empleados públicos, habla de carencias financieras a las que la cartera económica que conduce Roberto Dib Ashur no logra resolver ni siquiera con auxilio del amistoso Banco Macro. La “cintura de pollo” de este funcionario ha comenzado a provocar serias fricciones no sólo con sus pares, sino con varios funcionarios que no encuentran soluciones para problemas crecientes y a quienes se los trata con desdén.
Acaso los más de cinco mil millones (según algunas previsiones modestas) que se pagan anualmente al Banco Macro por manejar la agencia financiera del estado provincial no lograrían cubrir gran parte del faltante de recursos ha reconocido tardíamente el titular de este vital ministerio?
Dib Ashur también integra el directorio de Aguas del Norte, que desnuda un déficit anual de más de 8000 millones y que presta un servicio cada vez más cuestionado. A pesar de que Gustavo Sáenz ha obtenido cuantiosos recursos para obras hídricas, todavía falta para que las mejoras se sientan, más cuando en el norte provincial todo se encuentra bajo la lupa.
No pocos se preguntan quién podría poner límites a cifras que hablan de que más de la mitad del déficit provincial esté concentrado en esta empresa, aunque también acusan al Ente Regulador de demagogo y de no otorgar tarifas para evitar desangrarse con tantos subsidios.
La obligada actualización de las tarifas de los servicios públicos ya despierta polémicas en los sectores empobrecidos y en esta semana de agosto comenzará la presión para abrir nuevamente las paritarias que tiene como recuerdo reciente una huelga docente de más de dos meses, una ley antipiquetes con idas y vueltas, y cortes de ruta que llegaron hasta la Puna.
Los grandes problemas en las liquidaciones de sueldos de los empleados públicos han comenzado a corregirse partiendo de una auditoría en el ámbito de salud y que debe apuntar a educación en donde se pagan sueldos para dos docentes por cada cargo.
El gasto público seguirá carcomiendo los proyectos y buenas intenciones de cualquier gestión mientras no se aquiete la voracidad de la clase política que no sacrifica ningún privilegio y se muestra distraída. Cuando más necesita el gobierno de la benevolencia de los medios periodísticos es que afloran en diputados leyes mordaza que fueron censuradas hasta por el Gobernador, que anticipó el veto si es que avanza en el senado.
Aunque existe una transversal adhesión a las políticas que diseña Gustavo Saenz, los eslabones intermedios de la cadena de mando fallan en los ensambles con la Legislatura y adentro mismo entre los distintos ministerios. Estos defectos deberían resolverse con cambios estratégicos en un gabinete que muestra escasos reflejos en cada coyuntura compleja en contraste con el vértigo y la frontalidad de su líder.
La soberbia desarmada
En el Municipio de Salta Bettina Romero ha comenzado a padecer las inclemencias financieras que provocaron sus excesos. En el primer cuatrimestre exprimió las arcas comunales y otros rubros que encubrían las acciones de una campaña para el olvido.
El panorama para el intendente electo luce desolador, a lo que se suma un camino empinado por una transición con funcionarios poco dispuestos para contar las verdades de las cuentas. Los números hablan de que el déficit de la comuna capitalina se eleva hoy a $4.000 millones y que por mes se acumularán hasta diciembre $1.000 millones más.
Daniel Nallar sigue siendo el factor del desencuentro hacia adentro y hacia afuera del Bettinismo. Friccionado con la Jefa de Gabinete Agustina Gallo, y con el Secretario de Hacienda Daniel Amador, mantiene un perfil avasallante que persiste en algunas conductas que podrían ser materia de denuncias de la gestión entrante.
El romerato en retirada ha comenzado a buscar lugares de resistencia y el Tribunal de Cuentas Municipal es uno de los más codiciados. Es por eso que Benjamín Cruz sería propuesto como vocal, además de que gestiona el aterrizaje del abyecto Ramiro Angulo en alguna gerencia que no exija demasiado conocimiento.
La puja ha llegado a Finca Las Costas, aunque el mandatario les ha recomendado la calma porque al final es el único que podría satisfacer las demandas de ambos. Futuros desempleados del romerato, garantías de inmunidad, salvataje financiero frente al quebranto que deja Bettina y hasta garantías de inmunidad.
Con soberbia disimulada, Bettina capituló esta semana e instruyó a su tropa que todo lo que diga el Gobernador debe cumplirse porque necesita que la auxilien para llegar a diciembre con los sueldos pagos. Sabe que no manda en ninguna parte y que debe evitar denuncias por sospechosas contrataciones. Todo lo que gestiona ahora lo hace en el nombre de su padre