La prensa cordobesa denuncia que los ingenios del NOA hacen lobby que perjudica a los productores de etanol de maíz radicados en esa provincia. Lo cañeros pretenden que el porcentaje que actualmente se mezcla con nafta sea mayor y que el incremento sólo favorezca a los productores de etanol de caña.

Según La Voz del Interior de la provincia mediterránea, todo venía bien hasta octubre del año pasado cuando el sistema de cálculo para el precio mayorista fue modificado por el gobierno nacional a pedido de la industria azucarera que mayoritariamente se asienta en las provincias de Salta y Tucumán. “Sucede que los azucareros, el otro sector generador del biocombustible que se mezcla con la nafta en el mercado interno, están reclamando medidas en detrimento de las etanoleras de maíz”. Según lo publicado, para reducir los problemas económicos y financieros por los que atraviesan los pequeños y medianos productores de caña y de algunos ingenios, el sector solicitó al Gobierno un aumento del corte actual de nafta con etanol: del 10 al 12

Si se considera que el consumo actual de etanol al 10 por ciento ronda los ocho millones de metros cúbicos anuales, un aumento de dos puntos porcentuales implica una demanda adicional de etanol de alrededor de 160.000 metros anuales pero según denuncia el artículo, tanto los ingenios azucareros como los productores de caña solicitan al Gobierno Nacional que ese dos por ciento adicional se distribuya en cupos entre los ingenios azucareros exclusivamente. Las gestiones también involucran a los gobernadores del Noroeste argentino (NOA), que han tomado cartas en el asunto, como así también distintos funcionarios vinculados a la actividad azucarera, o a programas nacionales de fomento hacia la actividad.

El “lobby” en favor del sector azucarero podría encontrar en el Gobierno una recepción parcial, pero no por ello menos nociva para la industria radicada en la provincia. “Si bien es poco probable que la Secretaría de Energía aumente al 12% la mezcla del etanol con la nafta, sí podría reasignar dos puntos de la actual mixtura que entregan los productores de etanol de maíz a la industria de la caña de azúcar. Esta medida implicaría quitar a la industria del etanol de maíz de aproximadamente un 30% de su capacidad instalada, lo que profundizaría la capacidad ociosa con la que operan en la actualidad, advierten en el sector.

Finalmente, se advierte que la posibilidad de elevar la mezcla de las naftas con un 12% de etanol no es bien vista por algunas petroleras, en especial YPF que abastece casi el 60% del combustible. La compañía estatal sostiene que esa decisión perjudicará su propia producción de éter metil terbutílico (MTBE), un antioxidante que se usa para aumentar el octanaje de las naftas y que en el mundo se está reemplazando por etanol procesado a partir de caña de azúcar y maíz. La industria automotriz tampoco vería con buenos ojos aumentar el contenido de biocombustibles en los derivados minerales que se expenden en el país. Mientras tanto, se importan por año más de 400 mil metros cúbicos de nafta, un volumen que –según la industria del etanol– se podría reducir a partir de la voluntad política de elevar al 12 por ciento la mezcla con el combustible renovable.