La filial local del grupo británico Unilever está desprendiéndose de una de sus marcas insignias en el rubro de higiene personal: el talco Veritas. La empresa mantenía conversaciones con tres grupos interesados pero el diario El Cronista aseguró que el grupo salteño Santiago Sáenz ya habría ganado la pulseada.

La venta de esta línea de productos tiene que ver con el compromiso asumido por Unilever de Argentina de poner a la venta varias de sus marcas del rubro higiene y tocador que heredó tras adquirir, en 2010 las operaciones de la compañía norteamericana Alberto-Culver Company. Esta empresa había a su vez comprado en 1999 la firma local La Fármaco, por entonces dueña del talco Veritas.

Cuando Unilever presentó los antecedentes de compra de Alberto-Culver Company a las autoridades regulatorias locales, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) abrió un expediente y, tras varios meses de análisis, concluyó que, para aprobar el deal, el grupo europeo debía cumplir con un compromiso de desinversión que, entre otras obligaciones, incluía el traspaso de Veritas a otra compañía que no tenga posición dominante en el mercado local. La obligación consta en el expediente 863 emitido por la CNDC bajo el nombre de «Conopco Inc. Ace Merger y otros S/Notificación Art. 8 Ley 25.156».

En el documento, Unilever también «se obliga» a ceder las marcas Fármaco; Antiall, la planta industrial de La Fármaco ubicada en la localidad bonaerense de General Pacheco y varias líneas de producción vinculadas con este rubro de negocios.

Según publicó el portal de negocios Dbiz, la empresa Santiago Sáenz habría cerrado por estos días la compra de estos activos por cerca de u$s 7 millones. De todos modos, la transacción aún no habría recibido el visto bueno de la CNDC, aunque todo indicaría que no habría mayores inconvenientes con el ente regulador de las conductas anticompetitivas nacionales.

Al respecto, voceros locales de Unilever no desmintieron ni admitieron la información. Prefirieron no hacer declaraciones. Consultados por El Cronista aseguraron no estar en condiciones de «admitir o negar» la operación. «No tenemos nada para decir. Se trata de un tema sensible que todavía no está resuelto», aclararon las fuentes de la filial local del grupo británico.

Sin embargo, otras fuentes cercanas a las empresas involucradas aseguraron que la transacción está cerrada y que el grupo salteño con fuerte presencia en el NOA se impuso a las otras dos compañías interesadas en los activos puestos a la venta por Unilever. Santiago Sáenz es una empresa dedicada a la elaboración, fraccionamiento, envasado y comercialización de productos de limpieza, insecticidas y perfumería. Según un perfil de la compañía elaborado por la calificadora Fitch, comenzó como una empresa familiar en 1966 que fue incorporando tecnología y profesionalizando su management, además de desarrollar sus marcas.

Actualmente, produce productos de limpieza e insecticidas de uso hogareño que vende a través de marcas como el alcohol Azago; el lavavajillas Bora; los suavizantes Borita; las velas Favorito; desodorantes para inodoros Jardín y otros productos para piscinas. Es fuerte en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja. También opera en Formosa, Chaco y Corrientes, Córdoba y San Juan. En esas regiones, su participación de mercado llega al 50%. Además, exporta a Bolivia, Chile y Paraguay. Y según se desprende de la investigación de Fitch, su estrategia se basa en continuar con el desarrollo de las marcas que opera «buscando consolidar su posicionamiento en el NEA y Paraguay, aumentar la penetración en NOA y Bolivia». Concentra sus operaciones en dos plantas ubicadas en Salta. Tiene 21 líneas de producción con capacidad para elaborar 1.03.000 bultos/mensuales.