El diario británico Financial Times publicó un artículo que repasa las últimas medidas del Gobierno: «Cuando fue elegido presidente de la Argentina en 2015, Mauricio Macri fue aclamado como un líder pro mercado y pro reformas dispuesto a tomar decisiones de política pública que eventualmente enderezarían una economía devastada por la inflación. Con una crisis monetaria extendida y habiendo accedido al mayor programa del FMI en la historia, y frente a la elección presidencial de octubre, su administración está fracasando en lidiar con la volatilidad del mercado y en mantener contentos a los electores», plantea.

 

«Ayer, los seguros contra default aumentaron a su nivel más alto desde que Macri asumió hace tres años y medio y cimentaron a la Argentina como el segundo prestatario soberano más riesgoso del mundo después de Venezuela», agrega la nota de la periodista Colby Smith.

«Las perspectivas de la reelección de Macri parecen decididamente más débiles y sus funcionarios luchan con poco éxito por contener una inflación récord y una moneda cada vez más volátil», plantea.

«En marzo, los precios al consumidor aumentaron 4,7 por ciento. Sobre una base anual, la inflación general ahora se ubica cerca del 55 por ciento. Para remediarla, la administración de Macri tomó medidas económicas poco ortodoxas en un intento ‘desesperado’, según un inversor, para contener la inflación que ha socavado la recuperación del país desde la crisis monetaria del año pasado», explica.

Por último, dice que no todas las políticas de Macri han fallado sino que «con una postura monetaria ultra ajustada, el Banco Central ha logrado un masivo reequilibrio de la balanza comercial del país». Sin embargo, señala, retomando a el encuestador Alejandro Catteberg de Poliarquia Consultores, que «un superávit comercial no gana elecciones».

«El problema es que muchas de esas cosas fundamentales son básicamente chino para la gente en la calle. No entienden lo que un déficit fiscal significa, no saben lo que es una cuenta corriente. Las variables económicas que influyen en sus decisiones electorales son cuánta volatilidad del peso hay, cuánta inflación hay, la pobreza y el consumo. En estas cuatro categorías la gente cree que las cosas hoy están peor que cuando Macri comenzó», finaliza.