El “Congreso Latinoamericano a 100 años de la Reforma Universitaria” en la UNSa fue  auspiciado y organizado por la Red Norte Grande que nuclea las conducciones políticas tanto de universidades como facultades públicas. Una pléyade de intelectuales, decanos, docentes e investigadores de perfil kirchnerista, visitó la casa de altos. (Milcíades)

En contraste con las elecciones recientes en la UNSa y sus resultados este Congreso puede leerse como un intento de mostrar una alternativa en la vida política de la Universidad Pública, por parte de los sectores progresistas y más afines al kirchnerismo entre la docencia. Fue notable la ausencia y participación de docentes y estudiantes referenciados con el actualmente auto-denominado reformismo que encara la Franja Morada y la UCR. No obstante, fue evidente la falta de referencias concretas en los discursos del primer día que indicaran responsables de las políticas neo liberales y de ajuste aplicadas en la Educación Pública.

Imagen: Facebook Congreso Latinoamericano a cien años de la Reforma Universitaria del 18

La organización del Congreso quizás nos reponga argumentando que la cercanía temporal entre las últimas elecciones universitarias y las actividades del evento, se trató de una mera coincidencia. Pero no desprender una lectura política sobre esta particularidad, revestiría de mínima una prolija omisión. Las universidades públicas son un hervidero político e ideológico lleno de vida y quienes intervienen en él activamente se encuentran en una permanente disputa de poder. Por eso, empezamos por situar de esta manera a un Congreso que tiene en su centro al movimiento reformista que se abrió paso desde 1918 en el movimiento estudiantil y en las Universidades Públicas del país en su conjunto.

Las autoridades que se hicieron presentes en el acto de apertura, sus discursos, sus opiniones, sus planteos generales en clave de orientaciones para la actividad política mancomunada entre las instituciones que forman parte de la Red Norte Grande.

La jerarquía otorgada por la facultad de Humanidades al evento, al que se jugó con animosidad, llegando a decretar asueto académico jueves y viernes. El esfuerzo del decano de la misma facultad, Alejandro Ruidrejo, por esbozar un discurso que ponga por delante el saber y el conocimiento creados en la región y delimitarse de “todo neoliberalismo”. La presencia de la intelectual, docente, investigadora, ex diputada nacional por el FpV y funcionaria del gobierno de Scioli en la provincia de Buenos Aires, Alejandra Puiggrós.

Charla de Adriana Puiggrós. (Imagen: Facebook Congreso Latinoamericano a cien años de la Reforma Universitaria del 18)

El intento de casi todos los decanos, exponentes, etc., por argumentar la necesidad de defender la Educación Pública como un derecho humano, un bien social, y al Estado como su garante indiscutido. La preocupación por orientar al Congreso detrás de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) de la UNESCO, que se llevará adelante el mes próximo en la Universidad Nacional de Córdoba. Son en su conjunto definiciones políticas e ideológicas no menores, que nos pueden dejar algunas preguntas planteadas.

¿Qué ubicación general tomó el Congreso respecto de la situación política, económica, social y cultural en el país? ¿Fue un Congreso opositor a las políticas actuales del gobierno nacional y de sus engranajes en la Universidad Pública? ¿Se trató de un Congreso “nostálgico” de las políticas públicas de Educación del gobierno nacional anterior? ¿Cómo interpretó el legado del movimiento reformista en la Universidad actual?

Una apertura mixturada

En la apertura sorprendió la presencia del actual rector de la Universidad Nacional de Jujuy, el peronista Alejandro Tecchi, de muy buenas relaciones tanto con Gerardo Morales (UCR) como con el rector Antonio Fernández (bis). También estuvo el actual Secretario General de la UNSa, el radical Rubén “Chato” Correa, en nombre de las máximas autoridades universitarias, el rector y el vice-rector. Mientras tanto, Gustavo Koffman se presentó como el emisario del rector de la Universidad Nacional de La Rioja, Fabián Calderón. Mercedes Leal, decana de la facultad de Filosofía y Letras de la UNT, también fue parte de la partida junto a Alejandro Ruidrejo, decano de Humanidades en la UNSa.

Como es imposible reseñar en estas líneas las particularidades de los discursos de cada orador, señalaremos brevemente cuáles fueron las ideas más generales que dejaron esbozadas, apuntando así los que serían en parte principios rectores de este proyecto político e institucional que representa la Red Norte Grande.

Como señalábamos más arriba, la principal preocupación que quedó planteada por las diferentes intervenciones fue la “necesidad de ratificar en el CRES la definición de la Educación Superior como un derecho humano cuyo garante debe ser el Estado”. También la tarea de llevar esta agenda a la Conferencia Internacional de Educación Superior de la UNESCO que se realizará el año que viene en Francia, como contraposición a las definiciones respecto de la Educación Superior que manejan organismos tales como el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio. De alguna manera, este fue el eje práctico conceptual que atravesó todo el Congreso y que lo intentó ubicar como un espacio opositor a las políticas neo-liberales que persiguen la mercantilización de la educación y el conocimiento, el arancelamiento de la educación pública, etc.

La audiencia en la apertura (Imagen: Facebook Congreso Latinoamericano a cien años de la Reforma Universitaria del 18)

Sumado a esta definición, otros de los ejes que dio sustento a las discusiones fue la revalorización de los principios configurados y conquistados por el movimiento reformista, no en 1918, sino y sobre todo de ahí en adelante y que representan la base de la “democracia universitaria”: Autonomía universitaria, co-gobierno tripartito, libertad de cátedra y gratuidad de la educación superior.

Principios que resguardan una tradición numerosas veces interrumpida por gobiernos dictatoriales y constantemente sometida a pruebas por parte de gobiernos democráticos. Una tradición que implicó importantes respuestas y lucha de masas por parte del movimiento estudiantil para resguardar libertades y derechos.

Por otra parte, otra de las inquietudes que quedaron plasmadas, en particular en el discurso del rector de la Universidad Nacional de La Rioja, Fabián Calderón, fue el despliegue de una batería de planteos que podrían asimilarse como un esquema de puntos programáticos para la Red Norte Grande. “Institución del voto ponderado directo en algunas de las universidades públicas, 13 de las 17. Defensa de los Convenios Colectivos de Trabajo. Reformas Integrales de los Estatutos Universitarios. Regularización de las plantas docentes. Seguro estudiantil. Construcción de comedores universitarios. Monitoreo de matrículas, es decir, mirar la deserción secundaria y universitaria para definir acciones y políticas compensatorias, e incorporar al análisis las miradas y realidades de jóvenes desbordados culturalmente en el marco de pedadogias situadas, problemáticas locales y sistemas integrales de evaluación. Fortalecimiento de redes, entre las universidades y la sociedad, apoyando luchas colectivas, como la de género, el cuidado de la casa común, derechos humanos, defensa de los derechos de trabajadores, problemáticas territoriales, sistemas de cupos protegidos para jóvenes del interior, etc.”.

Estas ideas generales que atravesaron la apertura del Congreso dieron claridad al carácter político del mismo y de su peso relativo al interior de la misma Universidad Nacional de Salta. El año que viene será un año de re acomodamientos profundos en la distribución de cargos dentro de los co-gobiernos de prácticamente todas las Universidades Públicas, al mismo tiempo que en el poder político del país. La definición de límites, de un horizonte común, de algunos puntos programáticos, para establecer cierto nivel de acuerdos en un “frente común anti-neo liberalismo”, son tareas que normalmente se dibujan “por abajo”, entre “rosca y rosca”. De ahí que, a grandes rasgos, observar en los discursos de los diferentes representantes de la Red Norte Grande en este Congreso las líneas más generales de lo que puede ser un “discurso programático”, pueda resultar útil para pensar cómo se preparan las piezas del tablero de cara al año que viene, que alianzas se tejen, etc.