El joven no renunció como diputado para asumir en Aguas del Norte. Siempre tiene un jugoso plan B.

Los analistas políticos tienen dos hipótesis sobre por qué Nacho Jarsún terminó en Aguas del Norte. Algunos dicen que había que poner a alguien y que nadie podía hacer una peor gestión que la de García Salado. Los cultores de la otra hipótesis coinciden en que la gestión de Salado fue una caca; pero creen que la idea de nombrar a Jarsún busca relanzar y revitalizar la imagen pública de Salado: Jarsún -creen- va a ser tan malo, que algunos van a terminar extrañando a su predecesor.

Lo cierto es que ni el mismo Jarsún se tiene mucha fe (quizá puertas adentro, o cuando está en el gimnasio meta levantar pesas se mira al espejo y acepta sus limitaciones). Porque antes de asumir en Aguas del Norte se tomó licencia en Diputados, en vez de renunciar. Un plan B o red de contención: Nachito no se quiere quedar sin curro.