La última reunión de concejales, funcionarios municipales y miembros del Tribunal de Cuentas reveló un tendal de irregularidades en el último ejercicio económico. Pagos mal registrados, sobre ejecución de partidas, números dibujados y mucha contabilidad creativa son algunos de los embrollos detectados durante el último año.

Ch. N.

 

A poco más de tres meses del cambio de gobierno municipal, el estado de las cuentas comunales sigue siendo materia de controversias. El pasado lunes, los ediles que conforman la comisión de Desarrollo Económico, Hacienda, Presupuesto, Cuentas y Política Tributaria mantuvieron una reunión con funcionarios de la municipalidad y del Tribunal de Cuentas. El objetivo era analizar la Cuenta General del Ejercicio 2022 y, como era de esperarse, una serie de irregularidades en el manejo de los fondos públicos salieron a la luz.

La reunión fue convocada en función de lo que establece la Carta Orgánica Municipal con relación a la consideración que corresponde realizar por parte del cuerpo de concejales del municipio.

A través de un informe, el Tribunal Administrativo de Cuentas dictaminó que la información presentada refleja la ejecución presupuestaria y la situación financiera de la Municipalidad al 31 de diciembre de 2022, y también el resultado de su ejecución para el ejercicio terminado, conforme a las normativas legales vigentes. Además, destacó que la información referida con la Ordenanza 6923 Régimen Contable Municipal se encuentra presentada en tiempo y forma. Sin embargo, del análisis pormenorizado de las operaciones del último año surgen incontables anomalías que contrastan con la prédica bettinista de transparencia y orden de las cuentas públicas.

Haciendo las cosas bien

Uno de los participantes de la reunión y miembro de la Comisión de Hacienda del Concejo Deliberante, Franco Biella, enumeró algunas de las irregularidades detectadas por el Tribunal de Faltas. Entre ellas sobresale la bajísima ejecución de obras públicas a lo largo del período 2019-2023. En 2020, con la pandemia de por medio, la ejecución de obras fue de 0%, a pesar de que los trabajos en la materia estaban exceptuados de cumplir con el aislamiento obligatorio. La situación se extendió durante buena parte del 2021, donde el porcentaje de ejecución de partidas para obras llegó apenas al 12%. En 2022, sin impedimentos existentes, el porcentaje llegó al 60%.

En relación a las obras realizadas durante ese período, el Tribunal de Cuentas encontró irregularidades contables en cada una de ellas. Esto alcanza a obras emblema de la gestión del romerato como las costosas bicisendas, el puente sobre calle Ayacucho y las interminables obras en Plaza 9 de julio. “En cada una de ellas, hay al menos uno o dos pagos que no se registraron correctamente o que se registraron y no se hicieron. Esta situación lleva más de 9 meses”, destacó Biella.

Finalmente, en materia de obras, la cuenta parcial de los primeros 6 meses arroja que el próximo intendente estará comprometido por $1500 millones por contrataciones de la actual gestión. Esta cifra conforma apenas una porción del pasivo que heredará el intendente electo y que se estima podría llegar a los $8 mil millones.

Moviendo números

Mucho más grave aún resulta la detección de una serie de decretos que datan de fines de marzo y que modifican el saldo de la Cuenta General del Ejercicio 2022, que debería haber cerrado el 31 de diciembre. En concreto, el resultado del balance del año pasado fue modificado en más de una oportunidad para agregar gastos u operaciones que, en el mejor de los casos, no habían sido tenidas en cuenta o directamente se habían omitido. “Lo que pasó fue que gastaron mucho más de lo que tenía aprobado, 3 meses después se dieron cuenta de que los números no cerraban y sacaron decretos para corregirlo”, explica Biella.

Entre las áreas con mayor número de cuestionamientos figura la siempre ponderada “Publicidad y Propaganda”, que cuadruplicó en el último año el monto lo previsto en el presuuesto. A eso debe sumarse que también se constataron desvíos de fondos provenientes de otras áreas.

En este sentido, los ediles remarcaron que buena parte de esas partidas pasaron a conformar el presupuesto de campaña del bettinismo en la elección de mayo. Los fondos destinados a la publicidad de los actos oficiales, tales como la publicación y difusión de llamados a licitación, conforman apenas el 1% del total de dinero utilizado en publicidad. El grueso de los fondos estuvo direccionado al reparto discrecional de la pauta oficial y, entre otras cosas, a la contratación de consultoras políticas de Buenos Aires pertenecientes a un mismo titular.

Mucho humo

La contracara de los gastos publicitarios son los programas que culminaron los últimos períodos con subejecución presupuestaria. En 2021, por ejemplo, el Área Municipal de la Mujer no ejecutó ni un sólo peso de los $4,3 millones previstos. Tampoco se ejecutaron los $9.858.000 presupuestados para el Programa de Protección a las Víctimas de Violencia. El Registro de Dispositivos de Alerta para Mujeres Agredidas y las Consejerías de Educación para la Sexualidad Responsable tuvieron 0% de ejecución presupuestaria.

Otros ejemplos son el Programa Especial de Deporte y Recreación para Discapacitado, el Programa de Kioscos Saludables, el Programa Salas de Lactancia para Empleadas Municipales, el Programa de Promoción Cultural y los circuitos Culturales Barriales, con $1,5 millones.

“Cuesta votarles a favor. El ejecutivo mete sistemáticamente oraciones y planes de gobierno muy lindos de escuchar. La municipalidad termina cumpliendo en muchos de estos casos el 0%. Sobre todo, en materia de género y medio ambiente”, remarca Franco Biella.

En la moneda salió Cruz

En medio de la transición municipal más errática del último tiempo, la intendenta Bettina Romero ha presentado una propuesta al Concejo Deliberante para que Benjamín Cruz, actual Secretario de Gobierno municipal, pueda trasladarse al Tribunal de Cuentas de la ciudad en su próxima gestión.

Cruz participó en las elecciones provinciales como candidato a la intendencia de San Lorenzo. Sin embargo, los resultados no lo acompañaron, logrando cerca del 7% de los votos, mientras que el ganador, Manuel Saravia, se alzó con el 41% de los sufragios.

Cruz también ha estado envuelto en cierta controversia después de que se difundiera que la Municipalidad había iniciado procedimientos administrativos para a 300 trabajadores a la plantilla del municipio. Posteriormente, el jefe de gobierno municipal negó dicha esta información, alegando que había habido malentendidos en relación con esos trámites.