El 19 de abril de 2021, el padre de un adolescente denunció que un tío materno había abusado sexualmente de su hijo. El menor de edad contó que el hermano de su mamá vivía con ellos en la casa familiar y, desde que tenía siete años, lo llevaba a su habitación y lo sometía a tocamientos. Con el tiempo, los abusos se fueron agravando.
El denunciado registraba condena por abuso sexual de una sobrina, hermana del adolescente de 14 años. En octubre de 2020 había recuperado la libertad tras permanecer detenido por tres años.
Teniendo en cuenta los informes médicos y ambientales elaborados por los especialistas del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), la declaración de la víctima y los antecedentes del acusado, el fiscal Rivero requirió al Juzgado de Garantías 3 del distrito Centro, que el hombre fuera juzgado.
Durante el juicio, el fiscal Penal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 4, Pablo Rivero, consideró que las pruebas recabadas a lo largo de la investigación penal demostraron sin lugar a dudas que el acusado era responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia preexistente con menor de dieciocho años, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal (continuado) agravado por la convivencia preexistente con menor de dieciocho años.
El acusado fue hallado responsable por la Sala 3 del Tribunal de Juicio del distrito Centro, de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia preexistente con menor de dieciocho años, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal (continuado) agravado por la convivencia preexistente con menor de dieciocho años y fue condenado a nueve años de prisión de cumplimiento efectivo.