Julio, quien vive cerca del Circo ubicado en zona sur, contó los detalles de una noche pesadillezca.
Un vecino contó que integrantes del Circo Mundial le dieron para que tenga.
El origen del conflicto fue sonoro: Julio, cuya hija es autista, estaba algo cansado de soprotar los ruidos del circo que tiene funciones todos los días, de 19 a 22 y de 23 a 1 de la madrugada.
Aguantaba. De mala gana, pero aguantaba. Pero el día de la golpiza, la gota que colmó el vaso, fue que después de la función, los del circo armaron una mega fiesta, con música a alto volumen, haciendo karoke, alcoholizados y consumiendo estupefacientes.
“Mi hija tiene autismo, y los ruidos muy fuertes la ponen incómoda, molesta y con miedo. Tenemos que ponerle audífonos para que se pueda dormir”, comentó.
Ante la realización de la fiesta, el vecino llamó al 911, pero no obtuvo ninguna respuesta “como siempre para esta zona” y decidió dirigirse hacia al Híper Libertad para poder hablar con algún encargado o guardia, pero no había nadie en el lugar.
Al no recibir respuestas, Julio fue hacia la carpa y fue recibido por un encargado, a quien le pidió normalizar la música y el hombre le respondió: “Nosotros hacemos lo que queremos acá”.
“Saco mi celular para proceder a filmar en la situación que se encontraban, perdidos en alcohol y consumiendo estupefacientes. Cuando ven que saco el celular, viene una de las bailarinas y me mete una trompada en la cara. Ahí se vinieron todos, entre 15 y 20 personas, y me empezaron a patear, a darme otra trompada, quedé en el piso y me seguían agrediendo. Tengo patadas en la cabeza, tengo la ceja partida, de un ojo veo todo borroso, tengo el labio partido y me hicieron volar dos dientes”, contó y agregó que a su celular se lo reventaron contra el piso.
Luego, manifestó que el dueño le expresó: “Rogá que no te maté ahora” y “te voy a hacer desaparecer a vos y a tu hija”.
Tras la agresión, Julio pudo salir gateando y dirigirse hacia la comisaría de San Remo para hacer la denuncia.
“Me dicen que no, que había gente haciendo una denuncia. Eran los dueños del circo. Yo estaba todo ensangrentado. Le digo al oficial Guanuco que me tome la denuncia y me llame la ambulancia porque no me encontraba bien y me dicen que no, como que no me querían tomar la denuncia”, dijo.