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«Hoy somos todos docentes»: cuando Spinetta apoyó la huelga

Ese día Luis Alberto Spinetta «el flaco», le cambió la letra a su clásica canción Barro tal vez. Fue en una presentación frente a la Casa Rosada, en el marco de la histórica huelga docente que se extendió durante 1.003 días durante el gobierno de Carlos Menem.

«Hay que ser maestro en serio para vivir todas estas odiseas por la falta de visión de futuro de las autoridades», destacó en ese momento el Flaco, antes de entonar Los libros de la buena memoria y con un cartel colgado al cuello que rezaba «hoy somos todos docentes».

Con la instalación de una carpa blanca frente al Congreso de la Nación, se trató de una de las protestas más extensas de la historia Argentina, vivida en la década de 1990.

La llevaron adelante los sectores docentes, quienes reclamaban un aumento en los fondos económicos destinados a la educación, ​a través de la sanción de una Ley de Financiamiento Educativo y la derogación de la Ley Federal.

«Honestamente yo no soy nadie, pero ahora soy un montón, porque soy todos ustedes y me encanta estar así, como si fuera un grano de arena más en un inmenso material de una solidez muy grande que son los maestros. Y solamente con la intención y con mi corazón de impulsar aún más esta idea que va a beneficiar todos», dijo Spinetta frente a miles de docentes.

Además del Flaco, apoyaron la lucha muchos otros artistas reconocidos a nivel mundial, como Eduardo Galeano, Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, León Gieco, Alfredo Alcón; como también lo hicieron ​familiares de María Soledad Morales y José Luis Cabezas y las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.

La protesta se fue extendiendo en el tiempo y las «carpas blancas» se multiplicaron en las distintas provincias con un reclamo común: una Ley de Financiamiento Educativo que permitiera resolver la crisis del sector.

Tras 33 meses de huelga, culminó el 30 de diciembre de 1999, ya con el gobierno de la Alianza que tenía al frente a Fernando de la Rúa, cuando el Congreso Nacional promulgó una Ley de Financiamiento Educativo que garantizaba un fondo salarial de $ 660 millones de dólares.