La ministra de Derechos Humanos, Marianela Cansino, escribió el prólogo de una guía para el tratamiento periodístico adecuado de las temáticas de niñez y adolescencia. Allí habla de responsabilidades que su ministerio pasó por alto.

“Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes son valiosos miembros de nuestra sociedad, y aunque les asisten derechos consagrados, con frecuencia muchos no se cumplen y son vulnerados”.

Quien escribió la frase del párrafo anterior es la ministra de Derechos Humanos de Salta, Contadora Marianela Cansino, quien está llevando a cabo una gestión que ha caído en diversas oportunidades en esa falta de cumplimiento a la que hacía mención.

En el texto, la ministra aseguró que el compromiso del gobierno de la provincia con la niñez y la adolescencia es una política central. “Lo demuestran los avances y conquistas sociales logradas en los últimos años, aunque todavía quedan muchas desigualdades por desterrar”, completó.

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Cansino consideró que “informar acerca de la niñez y la adolescencia implica asumir retos y responsabilidades”. “Y los medios y comunicadores pueden ayudar, y de muchas maneras, a nuestros chicos y chicas, al cumplir y hacer cumplir sus derechos comunicacionales. Pueden construir una agenda pública que incentive la responsabilidad ciudadana en la promoción y defensa de sus derechos. Y pueden contribuir a visibilizarlos como sujetos de derechos y activos protagonistas en el desarrollo de sus comunidades”, completó.

Poca coherencia

Lo escrito por Cansino en el prólogo se contradice con lo ejercido por su gestión, que está señalada por irresponsable en casos, precisamente, de niñez y adolescencia.

Uno de esos casos fue el de la muerte de Thiago Quipildor, el niño de 4 años que falleció por un cuadro mixto de enfermedad pulmonar, desnutrición y maltratos. Cuarto Poder informó en diversas oportunidades que las autoridades del Ministerio de Derechos Humanos estaban al tanto de las necesidades que los empleados de esa cartera exigían para poder realizar un trabajo eficiente. Los pedidos se realizaban desde hacía más de un año. Sin embargo, hoy esos trabajadores se encuentran imputados por un deceso que de alguna manera anticiparon, sin encontrar reacción por parte de sus superiores.

El caso más reciente fue el de la muerte de la adolescente Anahí Girón, de 17 años, hallada sin vida, estrangulada y con los pantalones por las rodillas, en una casa abandonada del bajo. La joven estaba fugada de un Centro de Inclusión Transitoria dependiente, al igual que Thiago, de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos. Los trabajadores de ese sector habían sugerido en más de una oportunidad que Anahí fuera tratada de manera diferente, debido a sus problemáticas personales, que incluían adicciones diversas.

A pesar de las sugerencias y de que la joven apareció en distintas oportunidades, Derechos Humanos no logró retenerla ni realizó las tratativas sugeridas por los empleados de la Secretaría.

Finalmente, hace pocas semanas, el gobierno le quitó a Derechos Humanos la responsabilidad sobre la Secretaría de Igualdad de Oportunidades, trasladándosela al Ministerio de la Primera Infancia.

Mientras tanto, en los pasillos del Grand Bourg suena cada vez con más fuerza que Cansino sería removida de su cargo después del 10 de diciembre.