Murió Juan Carlos Mesa. El actor y guionista, ícono durante décadas de la TV argentina, falleció esta mañana a los 86 años. Brillante a la hora de escribir, deja un legado enorme de más de medio siglo de trayectoria.

El humor argentino está de duelo. A los 86 años murió hoy Juan Carlos Mesa, actor, director, libretista, autor. Lo confirmó su hijo Gabriel a Radio Cadena 3. Contó que su padre se encontraba internado y padecía diabetes.

Se llamaba Diego Isidro Mesa, pero el país lo conoció como Juan Carlos. Cordobés, nacido el 15 de mayo de 1930, fue ícono de la TV argentina durante décadas, pero también tuvo una intensa y brillante labor como libretista de grandes cómicos como Pepe Biondi, Carlos Balá y Alberto Olmedo.

«La tuerca», «Mesa de noticias», «El gordo y el flaco», «Primicias», «RSM» y decenas de programas más lo tuvieron como actor. Como guionista se destacó en los libros de «La tuerca», «El clan Balá», «Tato vs. Tato», «Mesa de noticias», «Stress» y tantos ciclos más.

Entrañable, buen compañero, de bajo perfil. Sus compañeros remarcan no solo la grandeza de su obra, sino de su persona. Se había instalado en Buenos Aires en la década del ’60. «Ese año recibí el ofrecimiento del productor Héctor Maselli para integrar un equipo de autores, para escribirle al capocómico Jorge Porcel. Luego hicimos ‘La matraca’. Más tarde llegó el éxito total: ‘La tuerca’. Y más aún después: ‘Los Campanelli'», evocaba.

«Tengo sangre andaluza; mi papá era un andaluz muy divertido, muy ocurrente, muy lleno de refranes. Mi mamá era una castañuela, era cordobesa pero hija de madrileños, mi abuelo era también muy divertido», recordaba el año pasado, en plena escritura de un libro sobre su vida.

Hermano de Edgardo Mesa, padre por tres, casado durante 60 años, («con la misma mujer, Edith una hazaña», bromeaba), sufrió la muerte de un hijo, Jorge Daniel. «Lo perdimos cuando tenía un año y ocho meses, se nos murió en Córdoba, sin diagnóstico», confesaba.

Alejado de los medios por temas de salud, en el último tiempo admitía que se reía gracias a Peter Capusotto. «Me causa gracia el desenfado y los personajes que crea, como Antonio Gasalla, personajes propios».

«Soy un cabeza dura, un taurino que como buen taurino se da con la cabeza en la pared, se golpea pero sigue insistiendo», se definía.

Fuente: Clarín