Algo deja sin sueño a funcionarios municipales que ni con la fuerza de un “guinche” logran revertir la imagen en la que el subsecretario de Tránsito, Juan Carlos Garrido, sume día a día la gestión. Falta de planificación, criterio, conocimiento y tino político lo dejan al margen de lo que reclama el salteño.

La fuerza motora de quien pasó a ser el responsable mayor de tránsito aún pasa desapercibida para el secretario de Gobierno del municipio capitalino. Ante la falta de confianza en la ejecución de acciones que se visualiza en el trato para con el subsecretario, se engrosan los trámites y emanan resoluciones para llevar adelante tareas que cualquier mortal puede decidir, siempre y cuando tenga sentido común, de lo cual parece que Garrido carece.

Para dotar de mayores herramientas, lograr comodidad y resultados, Villada anunció que próximamente, sin precisar fecha, el 100 por ciento de los policías de tránsito labrarán actas con dispositivos móviles que se encuentran en poder del municipio y que están siendo programados; por lo que los hombres del silbato dejarán de hacer uso de la caligrafía y pasarán a tipear letras.

Grúas propias

Asimismo, indicó que el municipio instrumentará un servicio de grúa privada para remolcar a aquellos que infrinjan las normas de tránsito y que está descartada la implementación de parquímetros en el ejido municipal.

Villada sostiene que es necesario hacer más eficiente el servicio de estacionamiento y las grúas serán el medio por el que se sancionará a los conductores desaprensivos porque es necesario cambiar la conducta con difusión, prevención, a lo que se sumará el pago por conductas inapropiadas en la vía pública.

Villada y los concejales

En el programa Día de Miércoles, el secretario de Gobierno Municipal aleccionó a los concejales que reclaman por el convenio firmado con la Policía de la Provincia para el control vía y aclaró que las críticas que vienen desde el edificio del balneario Carlos Xamena carecen de sustento ya que las actas de infracción son labradas en talonario municipal y el descargo, indefectiblemente, se realiza ante el Tribunal de Faltas Municipal y no ante la autoridad policial.

A esta altura los salteños sólo nos queda pedir que quienes tomen decisiones sobre el tránsito nuestro de cada día, el estacionamiento medido, la ubicación de semáforos, la distribución del personal de tránsito -entre otros ítmes- el mínimo de proyección y criterio para que podamos sobrevivir ante la desaprensión de funcionarios, transeúntes y conductores que de solidaridad, respeto y buenas costumbres saben poco.